CÉSAR MARTÍNEZ

El América asume un rol protagónico desde el primer minuto de su eliminatoria contra San Luis. Le gana con amplitud en un juego pirotécnico sobre todo en la primera mitad. Pero los locales le “llegan mucho” y entonces la crítica especializada pondera su fragilidad defensiva de cara a las semifinales y una potencial final.

Monterrey enfrenta a un equipo, Santos al que le sacó 21 puntos en la fase regular y con el argumento de ser visitantes, apenas les patea a gol un par de veces en 90 minutos. “Partido inteligente de los de Vucetich, quien sabe como nadie eso de jugar liguillas.”

El primero regresa a casa con venta de dos goles y el segundo empatado. En las dos situaciones, el pase a las semifinales no está precisamente comprometido. Se cuestiona la forma.

Otro detalle más para diferenciar el trato y el nivel de exigencia de un Grande y uno que no lo es, pese a su inversión y presente.

El resultado final en ambos casos está por verse, pero de que el rasgo es muy evidente, ni duda, aunque se enoje el “fandom” regio.

Hay niveles.

CRUZ AZUL  Y SU ARMADO 

Derecho natural de un director técnico, es sin duda, colaborar a a través de una sugerencia e incluso orden, acerca del armado de su equipo para un nuevo torneo.

Cuando se trata, como en el caso en particular de Cruz Azul, de una cirugía mayor, el papel del entrenador, crece.

Haciendo uso del mismo, Ricardo Ferretti solicita la contratación de Carlos Salcedo, quien además de no tratarse de la figura que el futbol mexicano espera, pues tampoco goza de la simpatía de la feligresía celeste a consecuencia de frecuentes desencuentros.

De igual manera influye en la potencial y enésima renovación de Julio César Domínguez, de quien sale sobran sus antecedentes poco afectivos con la actualidad de la máquina.

Decisiones en las que poco peso tiene Óscar Pérez, el director deportivo, blanco de las críticas a través de las redes sociales sobre todo.

Decisiones, reitero, que no por impopulares signifiquen que sean malas o en agravio del futuro deportivo del muy golpeado Cruz Azul. Pero que irritan a una afición muy sensible a consecuencia del pasado reciente que ha sido totalmente gris.

Pero ojalá venga pronto también, alguna que realmente haga sonreir a su afición, porque nada, incluyendo las bombas de humo que suelen periodicamente soltar (el nuevo estadio es la más reciente) ha sido capaz de provocarlo. Por lo pronto la incorporación de Salcedo y la permanencia de “Cata”, son nuevas “cachetadas” para quienes más aman estos colores y este escudo.

Total, dicen los directivos que el amor a un club “es eterno.” ¿De verdad?

¿Y LOS PUMAS?

Mientras tanto, aquí a la espera de noticias sobre Pumas. Otro de los llamados “

“Grandes”, urgido de cirugía mayor.

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