Entre sustos y sufrimientos, pero Pumas avanza

30, noviembre 2020

Pachuca no tiene puntería

No hace UNAM un buen juego, pero la falta de contundencia de Tuzos, en especial de Dávila, y el portero Julio González, le dan el pase a semifinales

Con el Jesús en la boca, pero Pumas de la UNAM selló su calificación a las semifinales del torneo Guard1anes 2020 de la Liga MX, al empatar 0-0 (global 1-0) con el Pachuca, que cavó su tumba por la falta de contundencia.

Los Tuzos sabían que debían proponer y arriesgar para remontar ese gol de desventaja que traían de la ida, y lo hicieron bien, presionaron, fueron al frente y generaron ocasiones claras para poder darle la vuelta, pero carecieron de puntería, en especial Víctor Dávila, y aunado a las buenas intervenciones del arquero felino Julio González, vieron cómo se fue su última participación en este certamen y se despidieron con tristeza, frustración y coraje, porque

estuvo en sus manos la posibilidad de pasar y la desperdiciaron.

Enfrente, Pumas queda con alegría de seguir vivo en el certamen y de estar en semifinales, pero con la certeza de que deben corregir su accionar, porque si bien -consciente o inconscientemente- fueron más pasivos y aguantaron atrás cuidando su ventaja y que al final les funcionó, es claro que no tuvieron la solvencia requerida en su zona de seguridad y de no ser por el mal tino de los hidalguenses, quién sabe.

 

NO LA METIERON

Pumas salió con la idea de manejar la delantera y buscar un latigazo para finiquitar la serie, y dejó en punta sólo a Dinenno y González; mientras Pachuca tuvo como puntas de lanza a De la Rosa y a Dávila, quien encontró la primera a los 2 minutos, con un tiro franco que tapó Julio González.

Y luego, el mismo Dávila cruzó demasiado un disparo, que se fue de largo, cerca del palo izquierdo.

La lucha se centraba en medio campo, con un Pachuca con mayor posesión, pero le costaba hilvanar acciones con claridad por el cerrojo de los universitarios.

Cerca de la media hora se dio otra clarita para Dávila, cuando cerró la pinza por derecha y remató de aire, pero su envío se fue a estrellar al travesaño, perdonó.

Y a minutos del receso de medio tiempo, Dávila tuvo otra cuando entró al área solo frente a González con balón controlado y disparó, pero mandó su cañonazo a las nubes, perdonando nuevamente. Víctor Dávila se convirtió en el chivo expiatorio al errar ocasiones nítidas.

Pachuca fue mejor que Pumas, pero no concretó y en el pecado llevó la penitencia.

UNAM sufrió, apenas tuvo amagues y fue en el cierre, cuando tuvo una en los botines de Lira, que tiró y Ustari realizó gran desviada, salvando su meta.

SE NIVELA

Para el complemento, Pumas tuvo más contacto con el esférico y pisó más el campo de Pachuca.

Juan Dinenno y Carlos González tuvieron más contacto con el balón y provocaron peligro.

Con el correr de los minutos, Pezzolano hizo ajustes, sacó a Dávila y metió a Erick Sánchez, además mandó al campo a Roberto Nurse y Felipe Pardo, en busca de tener pegada, pero Pumas aguantó los embates; Lillini apuntaló el medio campo con el ingreso de Iniestra por Waller.

A pesar de los ajustes, cada vez fueron menos las ocasiones claras de los Tuzos, Pumas controló los ímpetus del rival e incluso generó algunos acercamientos, como un tiro de Carlos González que raspó el poste izquierdo de Ustari.

El reloj se unió a las fallas hidalguenses y se convirtió en otro aliado de Pumas, porque Pachuca evidenció la desesperación al no poder descontar el marcador y el cansancio también le pegó.

Todavía en la recta final, al 86, hubo un cabezazo de Nurse que Julio González rechazó y con marco abierto, Bryan González remató de pierna derecha, pero echó el balón por encima, en otra gran opción desperdiciada.

Los minutos finales transcurrieron sin mucha trascendencia, ni los intentos de Oscar Ustari por cazar algún remate surtieron efecto. Pachuca bajó los brazos, la causa estaba perdida. Pumas se salió con la suya, sufrió de más, pero mantuvo el cero y celebró su pase a las semifinales.

 

AFICIONADOS RECIBEN A PUMAS ¿Y EL C-19?

Un numeroso grupo de aficionados se dio cita en el estadio Olímpico Universitario para darle el recibimiento al equipo y motivarlo, pero olvidándose del Covid y de las medidas sanitarias para evitar contagios.

A las afueras del estadio, decenas de seguidores portaron banderas, tambores, trompetas y bengalas, cantaron dándole un toque espectacular al momento, aunque riesgoso, porque muchos no portaron cubrebocas y desde luego que no respetaron la sana distancia.

 

DÁVILA, EL VILLANO

El chileno Víctor Dávila fue el villano de la película. Tuvo tres ocasiones claras el jugador andino, pero las falló: primero un tiro cruzado, luego un remate al travesaño y después un disparo a las tribunas.

 

VÍCTIMA DE SUS FALLAS

Los Tuzos no hicieron una mala eliminatoria y a lo largo de los 180 minutos quizá generaron mayores ocasiones que Pumas, pero se cansaron de fallar frente al marco universitario y lo pagaron caro.

 

CU, SU FORTALEZA

Los Pumas han hecho de Ciudad Universitaria su fortaleza y prueba de ello es que tienen once juegos en fila sin perder en su casa, de los cuales ganaron 5 y empataron 6.

 

HACE OLVIDAR A TALAVERA

El portero de Pumas, Julio González, hizo una buena serie de cuartos de final y fue clave para que el equipo esté hoy en la ronda de semifinales. De hecho, es el único arquero que no recibió goles en esta fase de la Liguilla del Guard1anes 2020.