MARTÍN AVILÉS

Foto: Reuters

Lewis Hamilton pasó de dominar a placer la Fórmula 1 a conformarse con mirar la parte trasera del RB19 hasta aprendérsela casi de memoria en un 2023 frustrante para el resto de la parrilla. El británico fue testigo del año más aplastante de un equipo en las máxima categoría y olvidó que por muchos años era él quien subía a lo más alto del podio cada fin de semana.

Y ha sido tal la frustración del piloto de Mercedes nacido en Stevenage, Reino Unido, ante el dominio de Red Bull Racing, que mostró su inconformidad públicamente, con todo y sus siete títulos mundiales a cuestas.

“No ha sido un gran año en general. No hay mucho que llevarse del año en general. Que Red Bull gane por 17 segundos al final, y ni siquiera han desarrollado su coche desde agosto. Eso sí que es preocupante. Hemos aprendido mucho sobre el coche. Ahora sólo depende del equipo. Saben lo que tienen que hacer. Ya veremos si lo conseguimos o no”, dijo el británico de 38 años.

El año del equipo de las bebidas energéticas ha sido superlativo, al obtener 21 triunfos de 22 posibles, así como14 pole positions, cinco victorias en sprint y 30 podios. Además de 11 vueltas rápidas y 860 puntos en el Mundial de Constructores gracias a las 575 unidades de Max Verstappen en el Mundial de Pilotos y los 285 puntos de Checo Pérez.

“Ahora a Red Bull le ha tocado su era. Podrían alargar su dominio hasta 2026. Es lo que supone estar tan por delante. Salvo que otros equipos den con la tecla esto seguirá así”, sentenció a Sky Sports el siete veces campeón del mundo.

El anterior récord de puntos en una temporada estaba en manos de Mercedes, que consiguió 765 unidades durante el doblete de 2016, lo que podría explicar la marcada molestia de Lewis.