Esto no termina en el 23… la epidemia de Covid lo acabó

9, octubre 2021

Andrés Manuel López Obrador confirmó ayer lo que se conocía: su gobierno concluye oficialmente en septiembre de 2024, pero desde diciembre de 2023 deberá terminar todas las obras y proyectos, porque, dice, el país va a estar muy caliente, políticamente, por la sucesión presidencial.

Pero, parafraseándolo, yo tengo otros datos.

El sexenio prácticamente se ha terminado.

Las decisiones equivocadas, como la de cancelar el aeropuerto de Texcoco, la de no garantizar el abasto de medicamentos, principalmente contra el cáncer, y la de ordenar recortes obsesivos y sin análisis, le han afectado.

Pero la más grave y costosa, sin duda, la de no invertir para intentar contener contagios y muertes por la epidemia de Covid-19. Consecuencia: más de 600 mil muertos.

No se diga la negativa de apoyar a las empresas, de las que miles quebraron. Ahí están las misceláneas, de las que cerraron 300 mil.

Todo, sumado a su cotidiana actitud hostil con quien piensa distinto a él y a su autollamada Cuarta transformación.

Si no estás con él estás contra él.

Y eres traidor.

El 1 de diciembre cumplirá tres años.

A partir del 2 de diciembre serán dos años y medio, calendario.

Pero el sexenio, como el de Vicente Fox, el de Felipe Calderón y el de Enrique Peña se ha terminado antes.

Ya no hay nada qué ofrecer.

La pérdida de más de la mitad de la CDMX en las elecciones del 6 de junio pasado y, sobre todo, la de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, es un reflejo de ello.

Aunque haya ganado 11 estados de 15 en disputa.

Quedarse sin el control total que tenía de la CDMX es muy doloroso y grave.

Ha sido desde 1997, cuando ganó Cuauhtémoc Cárdenas la elección, el corazón de la presunta izquierda.

Perder esa hegemonía ha sido muy doloroso y aún no ha sido asimilado por Andrés Manuel.

Por eso su campaña a favor de Claudia Sheinbaum, porque sabe que sin la CDMX se complica el panorama.

Tan sabedor es de que su sexenio se ha esfumado, que él abrió la carrera sucesoria.

En julio de este año mencionó a sus posibles sucesores.

A sus fichas, como les llamó.

Por si fuese poco, quedarse sin la mayoría calificada, obligatoria por ley para las reformas constitucionales, ha complicado también su panorama, porque ahora, como sucede con la reforma eléctrica, está obligado a negociar, a ceder, a entregar algo a cambio de los votos de la oposición.

Y el más probable para conseguirlos es el PRI.

¿Por qué?

Por su pasado tricolor y porque saben cómo se opera en el Legislativo.

¿Verdad que sí hay otros datos?

 

Ahora, contra universidades

-¿Está muy cómodo para quien está recibiendo su dinero y

está en casa y no corre ningún riesgo?, lanzó a Andrés Manuel.

Y en la UNAM que hacen acuse de recibo y que le contestan. Obvio, sin mencionarlo.

-La UNAM no se detuvo un solo día. La presencia física de la comunidad continuará creciendo con las medidas sanitarias necesarias y, como se informó desde un inicio, el regreso a las aulas se intensificará una vez que el semáforo epidemiológico pase al color verde.

Las clases continuarán impartiéndose a distancia, tal y como ha ocurrido desde el primer día de confinamiento. En la UNAM no se detuvo un solo día y, no obstante los enormes retos y desafíos que trajo la crisis sanitaria, cumple cabalmente con las y los universitarios y con México, respetando la vida académica interna de la Universidad.

 

Vámonos:

En Baja California, donde Jaime Bonilla Valdez cobra como gobernador, se burlan de la olímpica Aremi Fuentes.

Le dieron un cheque de hule, que rebota cada vez que lo intenta cobrar, por 50 mil pesos.

– El director de deportes David González, de una manera tramposa y mal intencionada, trata de adelantarme mi beca de julio a diciembre y hacerla pasar como si fuese el cheque, acusa.

Es decepcionante que tengan que recurrir a esto.

Jaime Bonilla, ¿no te cansas de tanta transa y mentira?

 

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