Europa entra a la  guerra comercial  del espacio en 2023

23, enero 2023

EFE

Foto: Reuters

Lovaina la Nueva, Bélgica.­ El nuevo pulso por el control comercial del espacio, encarnado por empresarios como Elon Musk o Jeff Bezos, llega a Europa de la mano del belga Benoit Deper, que aspira a convertir a su empresa en la mayor fábrica de satélites del continente y ofrecer a la UE su ansiada autonomía estratégica.

Con tan solo 36 años, y después de trabajar para la NASA en Estados Unidos y luego para la Agencia Espacial Europea, Benoit Deper dirige Aerospacelab, su propia compañía de satélites que fundó en 2017 porque, según comenta en una entrevista con EFE, se “aburría” de que en las agencias gubernamentales todo fuese “demasiado lento”.

“Cuando empiezas un nuevo proyecto (en las agencias públicas) debes tener apoyo político y necesitas tiempo para conseguir financiación hasta que todo se resuelva. Y habitualmente requiere entre cinco y 15 años terminar tu satélite”, afirma Deper al acabar una visita con EFE a la fábrica de su empresa, en la ciudad belga de Lovaina la Nueva.

En cambio, este empresario explica que, con las compañías comerciales, es posible completar todo el proceso en seis meses o un año, “ya que una vez tienes el dinero, puedes ir rápido porque tú tomas la decisión”, asegura.

No obstante, reconoce la importancia de las agencias espaciales públicas a la hora de desarrollar proyectos de investigación que requieren mucha inversión.

“Creo que nos necesitamos ambos. Las agencias van allí donde no hay propósito comercial como, por ejemplo, enviar gente o robots a Marte. Tú no puedes ganar dinero haciendo esto, es ciencia pura y debe ser financiado por las agencias”, sostiene.

Deper pertenece a una industria en auge conocida como “el nuevo espacio”, un sector privado emergente a nivel global que abarca empresas que desarrollan tecnologías aeroespaciales más económicas, como “SpaceX” de Musk y “Blue Origin” de Bezos.

Aunque les reconoce como pioneros dentro de su sector, el fundador de Aerospacelab dice no sentirse del todo identificado con estas personalidades: “Somos mucho más pequeños que ellos y creo que también menos locos”, ironiza.

Aerospacelab fabrica satélites para venderlos tanto a otras empresas e instituciones como para su propia compañía.

Con ellos, recaba y comercializa datos e imágenes sobre infinidad de temas (meteorología, agricultura o control de infraestructuras críticas, entre otros), y ofrece servicios de comunicación y recursos que, por ejemplo, pueden ser usados en campos sensibles como la defensa y la seguridad.