CÉSAR MARTÍNEZ

Nuevamente las “malas costumbres” en numerosos comunicadores afloraron tras el episodio de Fernando Hernández y el Club León.

Lo de las comillas es ironía total. Es un “modus operandi” el opinar desde la víscera, el desconocimiento y la mala fe.

Pronunciamientos iracundos en los que se exige la salida de por vida de la actividad para el silbante, dejando de lado que existe una sanción para lo que sucedió en la cancha.

Justo o no, el reglamento te da una certeza jurídica para una situación, sin que esto tenga forzosamente ser considerado justo. Así funciona la ley.

Por otro lado, harto estoy de quienes, sentados desde una posición de privilegio, han construido a partir de “decidir, quién está bien o mal, en la vida”, una profesión.

Cierto es que, de alguna manera, el antecedente condena a Fernando Hernández, participante en su momento de una exigencia gremial para que se diera una sanción muy fuerte para Pablo Aguilar y Enrique Triverio por sus respectivas agresiones a silbantes. Ese es otro tema.

Ahora que, si las exigencias desproporcionadas u otra vez, fuera de la ley, renuncias y despidos en masa, provienen de ex silbantes con reputaciones muy dañadas en su momento, pues, ni ponerles atención. (Saludos Paco Chacón.)

HABLEMOS DE FUTBOL

El asunto de la polémica arbitral nos privó de disfrutar más y mejor de los episodios brillantes de cancha que tuvimos el fin de semana en nuestra Liga MX:

Brillantes minutos de Cruz Azul, cortesía de la capacidad táctica de su entrenador, capaz de potencializar un cuadro que parece o parecía no dar para mucho en este torneo.

Lo arrollador y la pegada del Club rayados de Monterrey, hoy máximo candidato al título.

El gran primer tiempo del León, traducido en un dominio absoluto sobre América y no en la misma medida reflejada en el marcador.

La capacidad de América para revertir los momentos malos y convertirlos en un parpadeo en favorables, con jugadores que están hoy en un alto nivel de competencia.

Autoconvencimiento de los futbolistas del Guadalajara para entender que se puede competir a la máxima intensidad.

El amor propio del Atlas, que en supera en buena medida su calidad colectiva.

Lo entonado del Toluca y lo difícil que será vencer a Tigres aun en horas bajas.

De que está buena la recta final del torneo, de eso no tengan duda.

Se celebra…

EN ESO QUEDAMOS

En todos los convenios de trabajo se acuerdan situaciones que, de acuerdo a conveniencia mutua o unilateral, quedan establecidas como condiciones.

La fecha de inicio de la etapa laboral suele ser de las primeras que se dialogan.

Antonio Mohamed hizo uso de esa facultad y estableció un plazo para arrancar.

Pumas lo aceptó.

Independientemente de la trascendencia de la razón, que la tiene, no hay situación a discutir con el asunto. Aunque desde alguna interpretación, duela.

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