CÉSAR MARTÍNEZ

Hace algunos años, a “alguien” se le ocurrió la “brillante” idea de que los comentaristas deportivos solo participaran en los juegos de su equipo favorito o en donde jugaron.

Se creó entonces una cultura alrededor, en donde al comunicador le era difícil ser imparcial, más difícil que le creyeran cuando realmente lo era y hasta el punto en el que ya, le “valió” todo y hacen de su “análisis” una porra, una oda, una forma de quedar bien o de saldar alguna rencilla.

El público de a poco lo fue absorbiendo así hasta que llega el rechazo unánime a ciertos personajes que voluntaria o involuntariamente, son hoy muy rechazados.

Lo digo con conocimiento de causa. Me pasó con Cruz Azul, aunque a diferencia de muchos, desde el primer día traté de dejar en casa mi filia en afán de hacer una transmisión profesional. A veces salió, otras no tanto.

La transmisión de la Leagues Cup, a través de una plataforma estadounidense con voces latinas, conocidas algunas, pero distantes casi todas de la identificación por una camiseta ha sido un bálsamo para el gusto del aficionado al futbol por televisión y así lo ha manifestado a través de las redes sociales.

Terminará el torneo, volveremos a la rutina de nuestra liga y los habremos de extrañar.

Al tiempo.

SON HORRIBLES

A lo largo de los años hemos hecho del análisis de cómo se marca en la MLS, un meme.

Se ha ponderado hasta el cansancio acerca de que no se defiende bien, que los zagueros suelen cometer errores básicos y que los porteros no son los suficientemente buenos.

Si revisamos los juegos en donde Puebla (4), Necaxa (8), San Luis (5), Querétaro (5) y Juárez (7) se comieron todos los goles del mundo, nos daremos cuenta de que nuestra liga no es precisamente la mejor versión del “catenaccio.”

Que también se tienen serios problemas de concepto y ejecución. Que también merecen ser señalados y que han abonado muchísimo en la idea de que, tal vez no seamos tan buenos, ni tan superiores.

ANTI-MESSI

En la eterna polarización que causa la comparación Messi-Cristiano Ronaldo, gran parte del fandom mexicano parece haber tomado partido, por lo menos en las redes sociales.

Por el antecedente que gusten, pero las relaciones de opinión futbolera entre Argentina y México no son las mejores en ese terrero y se hace evidente con frecuencia.

Durante el mundial de Qatar, muchos mexicanos se ofendieron más que los holandeses mismos por las burlas albicelestes al final del partido. Reclamaron con más dureza el arbitraje de la final que los franceses mismos y ahora luego del clásico de la Florida, parecería que hay mucho dolor por la eliminación de Orlando y las decisiones del silbante que lo acompañaron.

Comentarios de todo tipo, descalificaciones e insultos van y vienen, en una guerra de redes sociales que parece, llegó para quedarse.

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