Inflación dispara precio de alimentos hasta 53 por ciento

5, enero 2023

AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

La inflación más alta en 21 años, que creció de 4.83 por ciento en 2018, al inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, hasta 7.77 por ciento en diciembre de 2022, ha disparado el precio de alimentos y productos más consumidos por los mexicanos.

El INEGI señala que de 2019 a noviembre de 2022, una docena de productos de la canasta básica se encareció entre 30 y 53 por ciento. Huevo, leche, tortilla, pan blanco, azúcar, aceite, pollo, y carne son algunos.

El huevo subió 40 por ciento, y su precio es de 50 pesos por kilo. La tortilla, que costaba 12 pesos hoy ronda los 22 y la pechuga de pollo, en 70 pesos, hoy ronda los 130. El litro de leche en envase Tetra Pak costaba 14 pesos y hoy 25.

Refrescos, cigarros y comida chatarra también han subido

Los aumentos por decreto a los impuestos de productos como la gasolina, cigarros y bebidas saborizadas, así como por situaciones externas como el clima, la llegada del Covid-19 y de la invasión de Rusia a Ucrania, han propiciado un incremento en los precios de diversos productos básicos.

En enero de 2022, la canasta básica con 34 productos alimentarios costaba un mil 273.44 pesos; y ya para concluir dicha anualidad, en diciembre registró un promedio de mil 753.35 pesos, lo que significó 461.91 pesos más.

En ese sentido, la inflación durante este sexenio y en especial durante el año que recién terminó, ha ido a más, por lo que ya promedia, hasta la mitad de diciembre pasado 5.30 por ciento, 2.30 por ciento por arriba del objetivo del Banco de México de 3.0 por ciento más/menos un punto porcentual.

Así, en diciembre de 2018, cuando inició la actual administración se observó una inflación anual general de 4.83 por ciento; para 2019 fue de 3.63; 2020, 3.4 por ciento y al menos hasta noviembre pasado evolucionó hasta 8.51 por ciento.

Y con ello, el incremento considerable de varios productos de consumo básico para la población, principalmente entre 2021 y 2022 (como consecuencia de la pandemia por SARS-CoV-2 y la guerra Rusia-Ucrania), como huevo; carne de pollo, cerdo y res; leche, tortilla, pan blanco, azúcar, aceite.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señala que de 2019 a noviembre de 2022, al menos una docena de productos de la canasta básica aumentaron su precio desde un 30 hasta un 53 por ciento.

Los que se han visto más impactados son el huevo con un incremento de 40 por ciento, y un costo de poco más de 50 pesos; la carne de pollo, res y cerdo, ya reportaban subidas de más de 35 por ciento tan solo de 2021 a 2022.

Al respecto, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), sostiene que a pesar de los esfuerzos por contener la inflación alimentaria con el PACIC I y II (Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), esto no se ha logrado, pues según el INEGI, en la primera quincena de diciembre la variación general de precios repuntó a 7.77 por ciento.

Antes de que concluyera diciembre pasado, entró en vigor una nueva lista de precios, con un alza en el bolillo que es el que más consume el mexicano, desde 1.70 pesos que costaba en enero a 2.50 en diciembre, esto es, 80 centavos más.

El pan de caja aumentó de 42.00 a 46.00 pesos dependiendo de la marca; la cerveza subió 8.0 por ciento, la de mayor demanda que es la de 355 mililitros escaló un peso y los refrescos de 600 mililitros se incrementaron entre 1.00 y 3.00 pesos.

Asimismo, los cigarros subieron en la cajetilla premium de 20 piezas hasta 85 pesos, es decir, hubo un alza de 5.00 pesos, observa la ANPEC en un análisis.
Señaló que en el 2022, los productos que fluctuaron en precios al alza fueron el pollo, aguacate, naranja, el huevo, los cigarros, la manzana, el aceite, el tomate, la cebolla, el pan de caja, jitomate, la tortilla, la harina de trigo y la cerveza, con lo que prácticamente “está pulverizado el 20 por ciento de incremento a los salarios mínimos para 2023”.

En su momento, Ernesto Hermosillo, presidente del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), aseveró que la eliminación temporal de aranceles implementada por el gobierno federal para combatir la inflación sólo ayudaría al sector a tener una fuente de abasto adicional de cárnicos con arancel cero y compensar, en el caso del pollo, el faltante proveniente de Estados Unidos sin arancel.

No obstante que entonces se enfrentaba el problema de influenza aviar que provocó el encarecimiento de costos.

Por otro lado, con información del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) y de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), pero en medio de la más alta inflación que se haya vivido en el país en los últimos años, el kilo del huevo blanco registró un incremento de más de 40 por ciento de julio del 2021 a agosto de 2022, cuando ya se vendía en aproximadamente, en 53 pesos.

Datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor indicaban que los precios de la carne de pollo acumulaban un incremento de 15.6 por ciento de enero a julio de 202, siendo el acumulado más alto desde julio de 2019, cuando para ese mes los precios sumaban un aumento de 18.6 por ciento.

En tanto que en ese mismo periodo la carne observó un incrementó 14.1 por ciento, la subida más fuerte desde julio de 2019, cuando se reportó un crecimiento de 16.4 por ciento interanual.

Cabe resaltar que de 2019 a 2020, un kilo de azúcar pasó de costar 15.00 pesos a 23.00 pesos, lo que afectó a varios productos, como es el caso del pan dulce que se vendía a 7.00 pesos en el 2019, pero pasó a 15.00 pesos a finales del 2020.

En ese entonces, el presidente López Obrador aseguró que para el 2021 los únicos artículos que tendrán un aumento gracias a un ajuste inflacionario serían las bebidas azucaradas, el tabaco y la gasolina, con un incremento entre 3.1 a 3.3 por ciento en el Impuesto especial sobre Producción y Servicios (IEPS).

Sin embargo, poco se sabía de la afectación posterior por cuestiones de la pandemia por Covid-19, por lo que para el 2022 el incremento a este impuesto fue de 7.35 por ciento y a partir del 1 de enero de este año el aumento se fijó en 7.9 por ciento, incremento mucho menor al establecido para el año anterior.