AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

En ninguna entidad del país se ha logrado el cometido del PACIC II, de ofertar este grupo de alimentos esenciales a un costo por debajo de los un mil 038 pesos, por lo que la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), afirmó que “la inflación golpea parejo en todo el territorio nacional”, y advierte que la temporada navideña será el preámbulo de un 2023 con inflación que no puede dejar de ceder.

Señaló que en un sondeo hecho por el organismo, el estado de Tabasco lidera la inflación de alimentos en México, donde la canasta PACIC II –que se puso en marcha el 3 de octubre pasado-, se vende hasta en un mil 526 pesos, seguido por Oaxaca en un mil 386, Guerrero en un mil 309 y Baja California Norte en un mil 291 pesos.

“Esta inmersión de mercado es clave al establecer la sensación térmica previa a los gastos decembrinos de fin de año, donde dos cosas fundamentales ocurren: por una parte, se consume más de lo que se tiene con base a endeudamiento cuyo puerto final es la morosidad de pago, al mismo tiempo que las principales cadenas productivas actualizan sus precios para arrancar el año venidero, con incrementos que, adicionales a los que ya padecemos por la inflación, conforman la cuesta de enero, a últimas fechas convertida en una verdadera pendiente de largo aliento.

“Este reporte que hacemos en la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes obedece al compromiso que se tiene de dar seguimiento al comportamiento de los precios de los alimentos esenciales en nuestro país a partir del flagelo que en más de 40 quincenas consecutivas los consumidores mexicanos hemos venido resintiendo y resistiendo: la inflación”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

Advirtió que las consecuencias sociales de este impuesto que golpea con mayor fuerza a los más vulnerables son atroces, ya que cuatro de cada diez mexicanos viven en la marginalidad y la pobreza, son insolventes para la compra de la canasta básica que demandan sus familias para su manutención y el derecho que todo ser humano tiene a una calidad de vida digna que garantice una alimentación que les nutra y les permita mantenerse en pie en condiciones productivas.

“Paradójico resulta que a últimas fechas estemos más preocupados del derecho al incremento de días de vacaciones con insistencia y obviemos el principal derecho que todo humano tiene: el derecho a una alimentación digna, por lo que ningún mexicano debiera padecer hambre.

En estos momentos se está conculcado por la adversidad económica que vivimos el derecho a tener una alimentación plena, por lo que antes de pensar en tener mayor tiempo libre, que no es mala idea, debemos poner mayor énfasis en garantizar que todas las familias de México puedan asegurar sus tres sagrados alimentos del día”, dijo.

Cuauhtémoc Rivera señaló que en la temporada navideña se consume más de lo que se puede comprar, cayendo en la morosidad de pago. En esta misma época las principales cadenas productivas incrementan el precio de sus productos que, sumados a la escalada inflacionaria, detonan la otrora cuesta de enero, hoy convertida en una verdadera pendiente de largo plazo.