Los integrantes de la Asociación Mexicana de Bancos reiteraron ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados de los riesgos que representa para el sistema financiero mexicano la minuta del Senado para reformar la Ley del Banco de México y sentenciaron que pueden convertir a ese organismo en un imán para lavado de dinero y pone en peligro las reservas internacionales.

Sin embargo y pese a las advertencias, la bancada de Morena se dispone a aprobar esta iniciativa, pues fue agenda en el orden del día de la sesión de mañana martes, la última del periodo ordinario de sesiones.

En una reunión virtual representantes de bancos nacionales y extranjeros dijeron que es necesario tomar con mucho cuidado las medidas que se aprobaron, pues incluso se arriesga que el Banco de México pudiera ser investigado desde el extranjero y las reservas internacionales quedar congeladas.

Los directivos en México de BBVA, Eduardo Osuna; Santander, Héctor Grisi; de Banorte, Marcos Ramírez; de Citibanamex, Manuel Romo; de Scotiabank, Adrián Otero; de Bank Of America, Julio Carranza, de BanCoppel; Emilio Romano así como Raúl Martínez Ostos, director de Barclays, señalaron en diferentes tonos los problemas que enfrentaría el sistema financiero en su conjunto y llamaron a reflexionar sobre este asunto.

En este marco, el presidente del banco HSBC, Jorge Arce, aseguró que ejemplos como el de ese mismo banco, que relajó los controles monetarios, deben tomarse en cuenta, porque los metió en muchos problemas.

“La iniciativa aprobada por el Senado de la República como está en estos momentos, pone en riesgo al país y es económicamente inviable, al requerir la compra ilimitada de dólares al tipo de cambio oficial. Lo haría un imán de dólares, no sólo mexicanos sino globales, para ser lavados aquí en México”, subrayó el banquero.

Por su lado, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Niño de Rivera, dijo que, en los últimos años, la banca mexicana ha exportado aproximadamente 45 mil millones de dólares en efectivo a la Reserva Federal de los Estados Unidos y a otras instituciones financieras como España, Canadá y Brasil por el conducto de corresponsales bancarios.