Inter arrasa al Milan y obtiene la Supercoppa

19, enero 2023

EFE

Foto: Reuters

Roma, Italia.­ Ya avisó Simone Inzaghi de que los últimos derbis que había perdido contra el Milan le dejaron con hambre de revancha. Dicho y hecho. El mensaje caló en el vestuario de un Inter que, el miércoles, con superioridad pasmosa en todo un derbi milanés, atropelló al Milan (0­3) sin titubear y tiñó de azul y negro la Supercoppa de Italia, el primer título del año, que se disputó en Arabia Saudí.

Fue un repaso mayúsculo en general, pero el de la primera mitad tardarán en olvidarlo los ‘rossoneri’. El Inter dominó a su antojo a su vecino milanés, desorientado, desordenado, roto, y errático.  Y el problema del Milan no fue tanto que se viera superado por su rival en la presión, sino la dramática puesta dentro de la escena defensiva que exhibió y por la cual encajó los tres goles.

LO CLAREÓ

No tardó nada el conjunto de Inzaghi en aprovecharse de su débil rival. Dzeko leyó a la perfección el desmarque de Barella a la espalda de Theo y sirvió pase para que su compañero cruzara el balón al segundo palo, donde Dimarco empujó el balón y empezó a inclinar la balanza en el minuto 10 de partido.

Pareció que el gol despertó al adormilado Milan, pero los ‘rossoneri’ se vieron contra las cuerdas en todo momento.

El buen hacer de Calhanoglu con balón y las precisas subidas de Darmian y Dimarco, derivaron en el segundo tanto: Dzeko recortó con clase a Tonali dentro del área y la puso al palo largo, rasa, imposible para Tatarusanu, en el minuto 21.

En el supuesto intercambio de golpes que prometía ser el partido, solo hubo un púgil en el cuadrilátero del Rey Fahd en Riad, Arabia Saudita.

Cambió el guion en el segundo acto, pero estaba escrito por el mismo autor. El Inter, cómodo, con un resultado muy favorable, dejó de presionar tan alto y cedió el balón al Milan, que intentó sin éxito.

Y vino el tercer gol cuando Lautaro Martínez ganó el cuerpeo contra Tomori y se plantó en el área contra Tatarusanu, al que superó con una preciosa y sutil definición el exterior de su bota derecha que sentenció el partido a pocos minutos del final. Los jugadores del Inter sonreían mientras los del Milan no sabían donde meterse. No hubo dudas en Riad de quién era el Supercampeón.