Investigadora de la UNAM se integrará a Comité de Ciencia Abierta de la Unesco

17, enero 2023

PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Cortesía @UNAM_MX

La doctora Ana María Cetto Kramis, investigadora del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue nominada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), como miembro del Comité Directivo Mundial de Ciencia Abierta de este organismo, donde representará a los países de América Latina y el Caribe.

La también profesora de la Facultad de Ciencias (FC) recordó que algunas compañías editoriales han hecho gran negocio con el conocimiento creado por las comunidades científicas. Lo han privatizado, comercializado y monetizado “y no podemos permitir que pase lo mismo cuando se extienda el concepto de ciencia abierta; es decir, de la ciencia como parte de la cultura, accesible para un público amplio. Ese será el mayor reto en nuestra tarea dentro del Comité”.

La especialista detalló que se tienen que defender los intereses de la región, que siempre han sido y deben seguir siendo los de la ciencia como un bien público, donde nadie quede excluido ni sea discriminado, donde debemos abogar por el multilingüismo, por la defensa de nuestros idiomas, incluidos el español y el inglés, pero también los originarios.

Además, en el Comité se busca romper las barreras entre las comunidades científicas y el resto de la sociedad, entre la ciencia y otras formas de cultura, añadió la también titular de la Cátedra Unesco sobre Diplomacia y Patrimonio de la Ciencia de la UNAM.

Actualmente la UNAM tiene 180 revistas académicas, todas accesibles sin cortapisas, y ha promovido la ciencia abierta con las capacidades técnica y científicas necesarias para que esté al alcance de todos y con buenos contenidos, porque son publicaciones de calidad probada. No se cobra por publicar en ellas, ni por consultarlas, y así la Universidad da un excelente ejemplo. 

La exdirectora de la FC explicó que el concepto de ciencia abierta podría entenderse como una extensión natural del acceso abierto a publicaciones científicas, un movimiento que comenzó formalmente a inicios de este siglo con la Declaración de Budapest (2002); empero, este es más amplio ya que incluye, entre otros aspectos, a la ciencia como parte de la cultura, la apertura a nuevas disciplinas, a otras formas de conocimiento y otros públicos, usuarios y actores.

Señaló que aún existe la idea de que mientras el arte, la literatura o la historia forman parte de la cultura, la ciencia no y precisó que cada vez más la evolución de la humanidad, nuestra forma de pensar y de actuar están basadas en el conocimiento científico, en sus productos tecnológicos, por lo que esa separación no debe existir, recalcó.

Entre los objetivos del Comité del cual forma parte, están: generar conciencia acerca de la Recomendación de la Unesco sobre la Ciencia Abierta (2021) aprobada por los países miembros del organismo y se tiene que dar a conocer este documento que es muy valioso.

Los integrantes del Comité son expertos en diferentes aspectos del tema, por lo que otra de sus metas será proveer a la Unesco y a su dirección general de una guía estratégica para la implementación de la Recomendación en cada país, además de asegurar la inclusión de las perspectivas regionales e identificar iniciativas existentes. “Esas serán nuestras tareas más importantes”.

Además de Ana María Cetto, forman parte de dicha instancia dos expertos por región: de Noruega y Turquía, en representación de la región europea; Eslovaquia y Azerbaiyán, por Europa oriental; Filipinas e India, por Asia; Sudáfrica y Benín, por África; y de Kuwait y Líbano, por Medio Oriente. En el caso de América Latina y el Caribe, la acompaña el ecuatoriano José Francisco Silva Garcés.

Asimismo, la directora general de la Unesco nombró a tres expertos internacionales como parte del Comité: una persona de Nicaragua que dirige un centro para la autonomía y desarrollo de los pueblos indígenas; otra de Camerún, investigadora en un instituto de estudio de plantas medicinales; además de la integrante de una escuela de agricultura de las Islas Fiyi. De esta manera, hay científicos y expertos en el manejo de los productos de la ciencia establecida, y también de otros sistemas de conocimiento.