La Cámara de Diputados es el objetivo el 6 de junio, en la elección más grande en la historia.

Para Andrés Manuel López Obrador es la diferencia entre continuar con sus reformas y su proyecto para la segunda parte del sexenio o ver cómo se atasca.

Para la oposición significa continuar como observador, como simple acompañante, o participar en las decisiones y obligar a Andrés Manuel a negociar.

Sin exagerar: la mayoría en San Lázaro representa el fin del gobierno de López Obrador, si la pierde, o la continuidad hasta 2024.

De perderla, estaría obligado a negociar, a ceder, a entregar como han hecho todos los presidentes, a diferencia de lo que ocurre ahora, que no sólo tiene la mayoría simple sino la calificada, con sus rémoras.

Para obtener la mayoría absoluta o simple se requieren 250 diputados más uno.

Es decir, 251 de los 500 que integran la Cámara, suficientes para hacer reformas básicas que no requieren modificar la Constitución, así como para aprobar el presupuesto del gobierno federal.

¡Ah!, pero si el objetivo es una reforma de gran calado, que requiere cambiar la Constitución, entonces no alcanza.

Se necesita la mayoría calificada o dos terceras partes: 334 legisladores.

Actualmente, Morena tiene mayoría calificada gracias a aliados como el Partido Verde Ecologista, que ni es verde ni es ecologista; el Partido del Trabajo, del trepador Gerardo Fernández Noroña; y el no menos advenedizo Partido Encuentro Social -Encuentro Solidario, a raíz de que lo rescató Andrés Manuel – del falso pastor, Hugo Eric Flores Cervantes.

Ante ese panorama adverso, los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática (PAN, PRI y PRD) formaron la alianza Va por México con el fin de quitarle la mayoría a Morena y aliados e impedir más reformas que, aseguran, hundirán más al país.

 

Las campañas

Mañana arrancan las campañas formalmente.

Quince estados renovarán su gubernatura, congresos locales y municipios, y la CDMX tendrá nuevo Congreso y alcaldes.

En Guerrero, Sonora, Nuevo León, San Luis Potosí y Colima comenzaron desde el 4 de marzo.

El impresentable Félix Salgado Macedonio, acusado de abuso sexual y violación por al menos cinco mujeres, se mantiene en la carrera, pese a que el Instituto Nacional Electoral (INE) anuló su candidatura por no presentar reporte de gastos de precampaña.

Con el respaldo absoluto de Andrés Manuel, el dueño de La Jornada Guerrero, que ha utilizado para apuntalar su campaña, ha amenazado, incluso, a los consejeros con juicio político y al INE en conjunto con desaparecerlo.

Igualito que Mario Delgado Carrillo, líder nacional morenista, que cuando era senador en el sexenio de Enrique Peña Nieto por el Partido del Trabajo jamás protestó ni rechazó las percepciones extraordinarias, estímulos, bonos y pagos por ser parte de las diversas comisiones y por concepto de apoyo para la labor legislativa, y más. Hoy dice que es corrupción.

Delgado propuso exterminar al INE.

¡Qué bárbaro, Mario!

Acabar con más de tres décadas de lucha para tener un órgano electoral que no fuese controlado por el gobierno federal, entonces del PRI.

En quince estados se votará por gobernador.

Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas tendrán nuevo mandatario.

Las encuestas conocidas hasta ahora perfilan, cuando menos, una decena para Morena y el resto para el PAN, la coalición con PRI y PRD, y, tal vez, dos para el tricolor.

Prepárese para una lluvia de spots pero, principalmente, para una de acusaciones, de ataques y de propuestas con lugares comunes.

El 6 de junio se juega el futuro de la 4T.

 

Corral, entregado

Javier Corral Jurado resultó balín.

El presunto guerrero de la política, que gusta de hablar más que de actuar, dobló las manos ante Morena y ante Andrés Manuel.

Bastó una señal de que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) investiga sus finanzas para que decidiera entregar Chihuahua a Morena.

Ha iniciado el proceso contra María Eugenia Campos Galván, conocida como Maru Campos, candidata del PAN y PRD, por cohecho.

Asegura que recibió billete de César Duarte Jáquez, el priísta que, dicen, se llevó hasta los ceniceros del edificio de gobierno y eso que no fuma.

Ella señala al secretario de gobierno, Luis Fernando Mesta Soulé, de ser la mano que mece la cuna.

Corral Jurado es uno más.

Para eso me gustaba.

 

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