MARTÍN AVILÉS

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Los tiempos cambian, la NFL evoluciona su juego y cada vez es más difícil encontrar quarterbacks de bolsillo en la liga. La habilidad para sumar yardas terrestres por un pasador es cada vez es más común. Michael Vick fue el pionero a principios del Siglo XXI, y su ejemplo ha sido emulado por jugadores como Patrick Mahomes y Lamar Jackson, quienes han elevado la posición a otro nivel.

Pero a diferencia de Mahomes, a Jackson se le ha encasillado como un ‘correback’, por su constante intuición por alargar las jugadas y tratar de mover las cadenas por la vía terrestre. Lamar viene de firmar el segundo contrato más grande en la historia de la NFL, con un promedio de 52 millones de dólares por temporada en Baltimore, y lejos del estigma que lo ha marcado, lo cierto es que cada vez es mejor pasador de bolsillo. Correr es ahora su segunda opción.

El número 8 de los emplumados suma cinco temporadas en la liga, incluida la del 2019 donde fue designado como el Jugador Más Valioso más joven de la de historia. Si correr sigue siendo su arma más fuerte, cada vez la utiliza menos. Tras su año de novato, cuando contabilizó 695 yardas por esa vía, después sumó dos temporadas superando la barrera de las mil. En su año del MVP implantó una marca de mil 206 yardas terrestres en 15 partidos.

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Pero una serie de lesiones obligó a que cambiara su estilo de juego. Intentó dar prioridad a su estado físico, empezó a lanzar más y en los últimos dos años bajó sus números por tierra, a 767 y 764 yardas, respectivamente. Lo malo para Jackson, es que sus registros de yardas por pase se han mantenido inferiores a las 3 mil. En el 2022, terminó con dos mil 242. Igual en pases de touchdown. Su máximo fue en el espectacular 2019 con 36 envíos a las diagonales, pero en los años posteriores acabó con 26, 16 y 17.

En busca de mejorar el ataque aéreo, los Ravens le han llevado más armas ofensivas para este año con la llegada de Odell Beckham Jr. De hecho, John Harbaugh confía en las habilidades de Lamar Jackson como pasador, ya que es el quinto quarterback en la historia con más juegos con raiting perfecto. Lo ha logrado en dos oportunidades, solamente superado por históricos como Ben Roethlisberger, quien acumuló cuatro partidos con rating impecable al igual que Peyton Manning; Tom Brady logró tres y Kurt Warner también. Sin duda, Lamar tiene con qué demostrar que puede ser tan polifacético como Mahomes.