Fernando Fuentes
Nada impide que la Inteligencia Artificial (IA), contenga para sí sensores de sentimientos, es decir pesos (números) en la red neuronal artificial del sujeto de la IA que lo modifiquen como consecuencia del objeto del lenguaje y viceversa.
Es posible modificar las relaciones del sujeto (IA), que al aprender de la cultura cambien como consecuencia del objeto emitido por otros sujetos, no importaría su procedencia, orgánica o inorgánica, si el sujeto se modifica, cambia. Sucede siempre el objeto, la lengua cambia, cambia con el sujeto. Lengua y sujeto son una entidad.
Los sentimientos de los seres humanos tienen orígenes genéticos, si claro, por supuesto, es código aprendido en la travesía por el pasado, códigos modificados en el tránsito por la cultura, costumbre y tradiciones del entorno.
El sujeto siente, en tanto tiene sensores, que registran el estímulo, sin embargo se siente en el cerebro, como ocurre con el placer sexual, el sujeto ejerce la acción con los genitales, pero siente con el cerebro, siente diferente si el sujeto es impactado por el objeto del mensaje que le hace sentir amor.
El sujeto siente desde la perspectiva de un cambio en los valores neurotransmisores de la Red Neuronal biológica. Amar es también una acción aprendida desde la cultura, desde el ejercicio y desarrollo del objeto que impacta al sujeto.
Podrá entonces una Inteligencia Artificial, amar la cultura, gozar de un poema, disfrutar de un paisaje, amar en el sentido amplio, si, pienso que sí, si la IA es capaz de aprender de la cultura.
FRONTERAS. México sin ciencia y tecnología
Los soviéticos pudieron, no obstante ser o decirse marxistas, construir un sistema científico que permitió que la vieja URSS pasará de una sociedad feudal, por decirlo de una manera, a un país industrializado, incluso se pusieron a la cabeza en la carrera espacial en su inicio.
Los EU respondieron a la hazaña soviética con el plan de diez años que comprometía a la potencia imperialista a poner a un estadounidense en la Luna primero que la URSS. Consecuencia de esa carrera EU sigue usufructuando los resultados de investigación de C & T, muestra de ello son los beneficios en la industria de la microelectrónica y materiales.
Qué decir de China feudal que hace 50 años hizo grandes inversiones de dinero para enviar a todo el mundo a miles de jóvenes chinos a formarse a todas partes del mundo con la intención de que si esos miles regresaba a la China feudal y socialista el 10 por ciento aspiraría a ser una gran potencia en alianza con el desarrollo científico y tecnológico.
“Los comunistas chinos” lo lograron, aprendieron del capitalismo y ahora dominan el comercio mundial aliados con la ciencia y la tecnología.
Actualmente en México, se desalienta la formación de jóvenes en el extranjero y se tacha a intelectuales y científicos mexicanos como traidores a la patria, por cuestionar, por dudar, es decir, por emplear en su trabajo el método científico.
México no saldrá de la pobreza, si no le apuesta a la ciencia, tecnología y educación, pareciera que hay un interés de cero crecimiento en estos temas.
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