La música negra marroquí y el jazz se abrazan en Rabat

23, junio 2022

Rabat, 24 jun (EFE).- La música gnawa marroquí, con sus melodías hipnóticas nacidas de los esclavos llegados hace cinco siglos al país magrebí, se abrazó este jueves en Rabat con el jazz israelí acercando así a su fin el festival dedicado a este género musical que cada año se celebra en Marruecos.

Tres horas de concierto en el Teatro Mohamed V de la capital marroquí unieron casi hasta la medianoche el talento del trío de jazz del contrabajista israelí Avishai Cohen, miembro en los noventa del sexteto de Chick Corea, con uno de los iconos de la música gnawa, el maalem (maestro) Hamid el Kasri.

Fue la penúltima de las actuaciones del Gnawa Festival Tour 2022, una cita que va por su 24 edición y este año cambió su formato para adaptarse a la pandemia. De celebrarse únicamente en la ciudad sureña de Esauira en grandes espacios, lo ha hecho a modo de gira por teatros de cuatro ciudades, antes de volver en 2023 a su formato habitual.

Arrancó así el 3 de junio en Esauira para seguir luego su periplo por las ciudades de Marrakech, Casablanca y, finalmente, Rabat, donde concluye este viernes.

Declarada por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2019, la gnawa vive momentos dulces en Marruecos, con un público joven entregado que hizo temblar el teatro rabatí coreando hasta la última melodía al bamboleo de sus ritmos, de pie en el patio de butacas.

Bailaban siguiendo las notas de una música espiritual formada por una mezcla de melodías religiosas, percusión de sus características castañuelas de metal, los crótalos, y los acordes del guembri, un sencillo bajo de tres cuerdas de cuerpo rectangular que es el corazón de la gnawa.

En la propuesta del festival en Rabat, la gnawa se fusionó con jazz, uno de los estilos, junto con el blues, que mejor se mezcla con sus letanías musicales.

Fue de la mano de trío de Avishai Cohen, con Elchin Shirinov al piano y Roni Kaspi a la batería, que, tras protagonizar un concierto en solitario y ceder otra hora de actuación al maestro del gnawa, compartieron escenario con el maalem y sus seis coristas, encargados de los crótalos y bailarines al mismo tiempo.

La guinda a la noche la pusieron la cantautora marroquí Nabyla Maan, que puso el toque femenino a la velada con su voz acompañando a El Kasri, y los jazzistas franceses Émile Parisien (saxofón soprano) y Vicent Peirani (acordeón), que levantaron de sus asientos a los que aún quedaban sentados.

Tras pasar por cuatro ciudades, el Gnawa Festival Tour 2022 llega a su fin este viernes con un último concierto en Rabat protagonizado por los maestros del gnawa Abdelkader Amlil y Aziz Baqbou y la “blues band” de afro-gnawa de Majid Bekkas. EFE