La ofensiva de ayer de Andrés Manuel López Obrador contra Artículo 19 está fuera de lugar y es inaceptable.

Si en México existe una organización que ha acompañado a los periodistas amenazados o abusados por el Estado es precisamente ésta.

Incluso a Sanjuana Martínez, la directora de lo que queda de Notimex, la agencia estatal de noticias que destrozó en menos de dos años y por la que ayer, López Obrador criticó al Departamento de Estado de Estados Unidos y a Artículo 19.

-¿A quién creen que acusa el gobierno de Estados Unidos? ¡A Sanjuana!, dijo en su conferencia matutina, como si la hoy funcionaria fuese infalible e intocable.

Un informe del Departamento de Estado conocido el martes señala que en México persiste la violación de los derechos humanos de los periodistas y acusa a Martínez de encabezar una ofensiva en contra de aquellos que critiquen al gobierno para el que hoy trabaja.

Anabel Hernández dio cuenta ayer de ello.

Cuando era presuntamente perseguida y acosada por el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y su hoy preso policía estrella, Genaro García Luna, el 19 salió en su respaldo.

Lydia Cacho, maltratada y amenazada de muerte por los policías del nefasto y también detenido gober precioso, Mario Marín, ha sido acompañada por más de una década.

Y así ha sucedido en casos brutales, como el cuádruple homicidio de la colonia Narvarte, cuando el fotógrafo Rubén Espinosa fue asesinado el 31 de julio de 2015. Alejandra Negrete, Mile Virginia Martín, Nadia Vera, Yesenia Quiroz y Espinosa murieron a tiros.

Entonces, también jugó un rol activo.

En 2013, Artículo 19 se solidarizó con Sanjuana Martínez cuando Jesús Ortega Martínez la demandó por una columna publicada en el portal SinEmbargo.

El integrante de la banda Los Chuchos, del Partido de la Revolución Democrátia (PRD), llamada presuntuosamente Nueva Izquierda, donde también aparecen Jesús Zambrano y Carlos Navarrete, acostumbra quejarse a la menor crítica.

Es como Gerardo Fernández Noroña, trepador del Partido del Trabajo cuyo mayor logro fue tirarse al paso del Grand Marquis de Ernesto Zedillo, cuando era presidente, y acomodarse en la izquierda, cobrando con la derecha.

Y Andrés Manuel ni lo mencionó.

Sólo dijo que ese tal Artículo 19 es parte del conservadurismo y de los neoliberales que están en contra de su gobierno.

Sus adversarios que sueñan con derrocarlo o, cuando menos, paralizar su administración, bloquearla, anularla.

Y la organización respondió:

-Se está atacando al mensajero.

Juzgue usted.

 

Otra de Félix

La ofensiva en contra del Instituto Nacional Electoral (INE) no cesa.

Félix Salgado Macedonio lanzó ayer otras de sus joyas:

-Después de que haya una resolución del Tribunal Electoral a mi impugnación porque el INE me quitó la candidatura, entonces presentaremos una demanda de juicio político en contra de los consejeros.

Igualito que cuando dijo en el Senado -tiene licencia- que se desaparecería a la Suprema Corte si no acataban recortar su salario para no ganar más que el presidente.

Que los ministros son vividores, sin duda -ahí está la pensión insultante de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación y ex integrante de la Corte, pero el guerrerense accionista de La Jornada Guerrero no puede andar de valentón de cantina, lanzando amenazas.

 

Otro frente

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife, para más fácil) prohibió ayer a Andrés Manuel López Obrador hacer campaña en las mañaneras.

La respuesta no tardará.

Y eso que no hay mañaneras.

Por cierto, Andrés Manuel cerró ayer sus giras antes de las elecciones de junio próximo.

Ahí, lo esperaban manifestantes que acusaban la falta de entrega de recursos de los programas de apoyo.

López Obrador salió por otra puerta y envió al secretario del Bienestar a recibir las quejas.

 

Vámonos: Filas de hasta 6 kilómetros en Tlalnepantla para vacunar. Ah y no hay servicio a domicilio, aunque el adulto mayor esté en cama. Hay que llevarlo… con todo y cama.

 

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