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Mientras recompone su mejor versión y se reencuentra consigo mismo, Liverpool solventó el martes su clasificación a los dieciseisavos de final dentro de la Copa de Inglaterra contra el Wolverhampton, al que derribó con un golpe certero, imparable, de Harvey Elliott en el minuto 12 y al que aplacó con firmeza y compromiso.
Ya aparece en el horizonte, en la siguiente ronda del torneo, el Brighton, otro desafío para el bloque de Jurgen Klopp, reactivado después de tres encuentros consecutivos sin ganar, superviviente del 22 sufrido en Anfield y ganador del desempate del martes en Molineux, entre la irregularidad que sostiene en cada competición de esta temporada, todavía sin su fútbol, aún entre las dudas, aún con mucho camino por recorrer.
No pudieron Raúl Jiménez ni Moutinho ni AitNouri ni Adama Traoré. Ni tampoco su equipo al completo. Al final, Joe Gómez privó con su cabeza el gol al que apuntó el remate de Jiménez, que salió al 84.