REDACCIÓN OVACIONES

Foto EFE

El Mundial de Qatar 2022, que apenas celebra la Fecha 1 de la fase de grupos, está en el ojo del huracán por las constantes violaciones a los derechos humanos que le caracterizan. En todo este entramado, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) juega un papel fundamental, porque ha dejado de lado el espíritu deportivo del balompié para regodearse en la situación económica.

FIFA que ha impedido a los capitanes de los equipos lleven un brazalete en apoyo a la comunidad LGTBI+.

Con anterioridad, el organismo rector del balompié mundial advirtió que sancionaría a los jugadores que mostraran el brazalete propuesto por la asociación “One Love” en protesta por la situación de los derechos humanos en Qatar, en particular del colectivo LGTBI+.

Una decisión que le ha valido duras críticas a su presidente, Gianni Infantino, incluidas desde Alemania, Nancy Feaser, se situó en el palco de autoridades del partido, disputado en el estadio Khalifa International, con el brazalete arcoiris.

El presidente de la Federación Danesa de fútbol, Jesper Moller, aseguró que no votará por Infantino en las elecciones al frente de la FIFA en protesta por esa decisión.

La protesta que ha tomado la FIFA es contradictoria, porque por un lado impide que los equipos apoyen la inclusión de género, mientras que por el otro sanciona a quienes, desde su perspectiva, lanzan gritos homofóbicos.