CÉSAR MARTÍNEZ

Culminó el Clausura 2023 de la Liga MX en su fase de clasificación. Un torneo, donde:

El Club Deportivo Guadalajara alcanzó una cifra de puntos de ninguna manera presupuestada.

Los Pumas vivieron un enésimo fracaso, previsible desde la pretemporada en la forma como presentaron a su nuevo entrenador y el nombre del mismo.

Rayados desde lo estadístico, América desde lo estético nos presentaron las dos mejores manifestaciones de futbol que nos puede ofrecer el campeonato.

Tuvimos un equipo, Mazatlán, que solo obtuvo 7 miserables unidades.

Otro, Santos, avanzando a fase de recalificación desde la posición número 13 de la tabla, algo nunca visto.

De igual manera, uno, Necaxa, que luego de un mediocre campeonato de 15 puntos, su técnico será premiado con un cargo en la dirección de selecciones nacionales.

Torneo en el que se impuso una marca muy respetable de goles, donde el promedio de asistencia a los estadios aumentó, no así el rating en la televisión.

Testigos entonces de cómo un mexicano, Henry Martín, encabezó la tabla de goleadores de principio a fin y el que otro, elegible para la selección mexicana y hoy olvidado, Rogelio Funes Mori se quedaba cerca.

El semestre que marcó el regreso de Diego Lainez, transformado hoy de “joya de la corona” a decepción absoluta.

Otro torneo de medianía para Cruz Azul y uno más en el que Toluca, Pachuca y León son competitivos, alejados de los reflectores.

Competición de alto promedio de tiempo efectivo de juego, motivo de orgullo, pero que, pese al buen trabajo de Armando Archundia, aún no alcanza un nivel de reconocimiento a la labor arbitral.

LIGUILLA: ¿OTRO TORNEO?

El cliché señala “Que, es otro torneo y se empieza de cero, con posibilidades para todos.” Mentira. El poderoso lo sigue siendo, el que no lo es tanto, también y la única diferencia es que las circunstancias del momento durante los partidos terminan siendo más influyentes.

Desde un panorama particular, alguna otra combinación en la final, distinta a un Rayados vs América, sería una sorpresa.

Toluca y Guadalajara con argumentos sólidos para convertirse en esos agua-fiestas improbables y los demás en papeles de reparto y algunos muy secundarios.

En zona de recalificación no encuentro a uno, más allá de temas de empatía, historia o fe, me sigue “sobrando”, en términos de competencia, esta fase

Pero, los partidos deben jugarse y que sería del futbol o del deporte, sin incertidumbre.

SE FUE

No encajaba Jaime Ordiales en la nueva estructura tricolor. Por la misma razón por la que llegó en esta última etapa, se despide: La relación inmediata con el jefe, con el superior.

Así que no me vengan con “meritocracia” en el futbol. Están los amigos del poder en turno. Quienes no lo son, no participan y listo.

Así funciona la industria.

Éxito para quien llegue.

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