Los “Crímenes ejemplares” del español Max Aub suman 22 microrrelatos inéditos

7, diciembre 2020

Sevilla (España), 7 dic (EFE).- El escritor español Max Aub, que murió exiliado en México (1972), diseñó un juego de cartas con sus propios dibujos, escribió “pseudobiografías” de personajes inventados, dejó una obra repleta de juegos y propuestas como “Trampas”, y ahora sus microrrelatos de “Crímenes ejemplares” se completan con 22 piezas inéditas.

La editorial Reino de Cordelia ha publicado la primera edición crítica de “Crímenes ejemplares”, con un estudio introductorio a cargo de Pedro Tejada Tello, profesor de la Universidad Jaume I de Castellón (este español), y a la que ha sumado estas 22 nuevas piezas halladas en el Archivo de la Fundación Max Aub de Segorbe (Castellón) y en el Colegio de México de la capital mexicana.

Las ilustraciones de esta edición son del dibujantes español Pedro Arjona, acordes con el humor negro que desprenden muchos de estos microrrelatos, como el que dice “Lo maté por equivocación, así que ni responsabilidad tengo”, o el que cierra el volumen: “Lo maté porque me propuso un ciclo de conferencias en Madrid. Lo enterré en el jardín”.

DORMIR: “PEQUEÑO SUICIDIO FALSO”

Los “Crímenes ejemplares” se dividen en “Crímenes”, “De suicidios”, “De gastronomía” (canibalismo) y “Epitafios”; y los textos ahora publicados por primera vez son una docena de crímenes, tres suicidios y siete epitafios.

La obra se abre con una “confesión” de autor, en la que asegura que estos “crímenes ejemplares” son “material de primera mano”, o sea, historias breves que pasaron “de la boca al papel rozando el oído” o narraciones cortas que no tienen “más deseos que explicar el arrebato”.

Max Aub, nacido en París (1903), explica en esa “confesión” que se trata de hechos que “recogió” o escuchó en Francia, España y México y que el paso de los años le hizo comprender que los hombres “desembuchan escuetamente las razones nada oscuras que los llevaron al crimen”.

Alguno de los “crímenes” aludía a la entonces reciente Guerra Civil española (1936-1939): “Lo maté porque me preguntaba qué pensaba sobre Queipo de Llano (general del bando franquista vencedor). Esto -le dije- y disparé. Creo que no tuvo tiempo de captar la alusión”.

Entre los “epitafios” inéditos, el más breve es el “Del corredor”, que dice “Perdió el aliento”, mientras que un inédito de “De suicidios” define “dormir” como “pequeño suicidio falso que acecha cada noche”.

Y el crimen ejemplar inédito más breve: “La maté para probarle -de una vez- que Dios existe”.

Esta obra de Aub, concluida en 1957, fue traducida al menos a ocho idiomas, adaptada varias veces al teatro en los años 80 y publicada por primera vez en España en 1972.

En Francia, la obra ganó el Premio Forneret de Humor en 1981, si bien en Italia es el país donde tuvo mejor acogida, con varias traducciones y adaptaciones teatrales e, incluso, una versión musical, “Delitti esemplari in concerto”, que recorre los escenarios desde 1996.

Tejada Tello considera que es la obra más popular de Max Aub junto a las seis novelas que dedicó a la Guerra Civil con el título genérico de “El laberinto Mágico”. EFE