Mensajes para el 2024

6, junio 2023

MARCO BAÑOS

El veredicto de las urnas en las elecciones celebradas el domingo en Coahuila y Es­tado de México dejan múltiples mensajes rumbo a los procesos electorales concu­ rrentes 2023­2024. Lo primero a resaltar es que la logística electoral funcionó de manera impecable y de nuevo, tanto el INE como los Institutos Electorales del Es­tado de México y Coahuila, cumplieron sus funciones y lograron instalar casi la totalidad de casillas, a excepción de una en la comunidad de Agua Amarga, muni­cipio de Coatepec de Harinas, en el Estado de México, por algunos problemas de in­ seguridad. Todo lo demás sin problema, con incidentes menores.

Los resultados confirman las preferen­cias de votación medidas por diversas en­ cuestas en favor de las candidaturas ga­nadoras, pero con porcentajes distintos. En Coahuila, el triunfo de Manolo Jiménez fue contundente con alrededor de 36 pun­tos de diferencia frente a Armando Gua­diana, que ni con los votos de las candida­turas de Ricardo Mejía y de Lenin Pérez hubiese ganado. El PRI se mantuvo en el poder pudiendo enfrentar la pesada ma­ quinaria morenista que sufrió las conse­ cuencias de su primera fractura interna, pese a las acciones de Mario Delgado y del presidente por revertir la tendencia y que no pasaron del intento de las dirigencias nacionales del PT y del PVEM para decli­nar sus candidaturas, de las que al final se favorecieron para mantener y acrecentar el financiamiento local.

En el Estado de México, Delfina Gómez, en el segundo intento por lograr ser go­ bernadora, confirmó su triunfo por alre­dedor de nueve puntos de diferencia lo­ grando la altermancia política en el prin­cipal reducto priísta, donde se confirmó que Alejandra del Moral, a pesar de hacer crecer su candidatura durante la campa­ña, no tuvo el apoyo del gobernador Alfre­ do del Mazo frente al pesado aparato del gobierno federal, de los servidores públi­cos afines y de Morena. Tampoco tuvo los resultados en votos que los partidos de la coalición dijeron que alcanzarían.

La contienda por la joya de la corona equivale a una elección de Estado, porque a lo largo del proceso electoral se han vio­ lado diversas normas electorales y se ca­pitalizó, de nuevo, la estructura clientelar de los programas sociales donde, si las ci­fras son correctas, el gobierno local con sus programas tiene unos 500 mil benefi­ciarios frente a los tres millones que gozan de los apoyos del gobierno federal.

Durante la campaña y en específico en la jornada electoral, se ratificaron los apo­yos de servidores públicos de todos los ni­veles que se volcaron para obtener el triunfo de su candidata.

La 4T puso a prueba la estrategia que seguirá en el 2024 y que se expresará en su máxima potencia, desde el presidente hasta los servidores de la nación, que por sus fun­ciones constituyen uno de sus brazos operativos más importantes. Lograron so­ meter al otrora invencible PRI, lo dejaron sin su principal fortaleza de poder y, como consecuencia, también podrán disponer de los beneficios electorales que da go­bernar la entidad federativa más poblada, con casi trece millones de potenciales electores.

Para la Coalición Va por México queda la interrogante respecto a si la alianza es o no eficaz para competirle a Morena, a la luz de los resultados que indican que de las 23 candidaturas a las gubernaturas que han postulado para las elecciones de 2021, 2022 y 2023, solo han logrado ganar cinco, 3 del PAN: Aguascalientes, Chihuahua y Querétaro y dos comparti­ das con el PRI, Durango y ahora Coahuila.

La participación ciudadana fue más al­ ta en Coahuila, casi ocho puntos por enci­ ma del 50 por ciento de mexiquenses que, proporcionalmente, votaron menos que en la elección de Del Mazo. Es un hecho que Alejandra del Moral no logró separar­ se de la marca de su partido ni tampoco logró incentivar la participación más am­ plia de los sectores de la población que tradicionalmente no votan. Aún así, habrá que revisar con más datos qué resultados se hubieran alcanzado sin los apoyos de las organizaciones sociales que se suma­ ron a su campaña.

Las dirigencias nacionales de los parti­dos opositores tendrán que leer con niti­dez los mensajes de las urnas donde no hay un voto mayoritario antisistema, de­jar de manejar números alegres y enfren­ tar los dilemas que impone la realidad, con un PRI disminuido y herido de grave­ dad, sin la definición aún de un método para seleccionar la candidatura presiden­cial y con una 4T fortalecida y un presi­dente convertido en el jefe de la próxima campaña.