Ricardo Monreal Ávila está fuera.
Defendió hasta el último momento su posición y en Palacio Nacional, su no hermano, Andrés Manuel López Obrador, hizo acuse de recibo.
Monreal Ávila no será el candidato presidencial de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Votó en contra de la violación a la Constitución con la reforma a las leyes secundarias en materia electoral, que el ocupante de Palacio Nacional envió y que los diputados, rémoras y tapetes, aprobaron vía fast track y sin leer y que anoche se avaló en el Senado.
No debe olvidarse la trampa que Morena -con evidente aval de Andrés Manuel quien lo negó, como siempre- hizo cuando retardó la votación en San Lázaro: metió al dictamen texto que favorece al Partido Verde y al Partido del Trabajo.
¿Cómo?
Con transferencia de votos cuando van en coalición, en alianza, para salvar el registro si no consiguen el 3 por ciento de los votos que marca la ley para mantener el registro.
Y guardar los recursos no gastados en un año para usarlos al siguiente. El futuro de Monreal Ávila está claro y no es en Morena.
Su candidatura presidencial deberá ser, en caso de concretarse, en otro partido o en una alianza.
En Va por México, acaso.
La exitosa coalición del PRI, PAN y PRD.
La que arrebató nueve de dieciséis alcaldías de la CDMX a Morena y a Claudia Sheinbaum Pardo y los sacudió en el Estado de México.
Y a la que tanto López Obrador, como Adán Augusto López Obrador y Mario Delgado Carrillo tanto miedo tienen.
La oposición asegura que acudirá a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a impugnar lo aprobado.
Debo recordar a esos optimistas legisladores que en el máximo tribunal hay, al menos, cuatro ministros a las órdenes de López Obrador: Juan Luis González Alcántara Carrancá, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf y Ana Margarita Ríos Farjat.
EL FRAUDE DE TICKETMASTER
Ticketmaster argumenta falacias: que sí eran legítimos algunos de los boletos que rompieron sus trabajadores en el estadio Azteca en el con cierto de Bad Bunny, pero que no hubo sobrecupo ni sobreventa.
Que sí detectaron boletos clonados o falsos.
¿Y si eran falsos, por qué había un hueco, una laguna enorme en la zona de Playa así le llamaron o cancha en el estadio Azteca?
La lógica indica que quienes portaban los boletos auténticos, hubiesen pasado los filtros y, entonces, los huecos hubieran sido pocos.
Pero no, estaba vacío.
¿Y cuánto reembolsarán a los afectados?
Porque en el juego de la NFL que se canceló por mal estado de la cancha en 2018, sólo se reintegró a los clientes el costo del boleto, pero no las comisiones altísimas que cobran por emisión, por impresión y más.
Oootro abuso de Ticketmaster.
Y con todo y el 20 por ciento que darán como indemnización no alcanza para recuperar los gastos de quienes viajaron desde algún estado y gastaron en traslado, hospedaje y alimentos.
¿Quién los meterá al orden? López Obrador, generoso y populista, pide a Bad Bunny cantar en el Zócalo y gratis.
Vámonos: Ya acabaron con el INE, con la CNDH, con la Corte, con las vacunas y más. Ahora, Andrés Manuel va por el Conacyt.
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