Morena sabe que no será fácil

1, junio 2021

Las elecciones intermedias suelen ser una aduana difícil de librar para el gobierno en turno.

Han sido, cuando menos en los últimos tres sexenios, una especie de  referéndum para el presidente.

Y han reprobado.

Vicente Fox, quien expulsó al PRI de Los Pinos por primera ocasión en 71 años, ganó en 2000 con un discurso y actitud populacheros, presuntamente cercanos al pueblo, que le permitían, incluso, decir tonterías y hacer el ridículo.

Tuvo la habilidad de convertir un error en acierto en aquel debate pospuesto del que surgió la frase “Hoy”, en alusión a no dejar para mañana lo que se puede hacer en caliente. Cuauhtémoc Cárdenas y Francisco Labastida se burlaban de él, porque quería el encuentro esa misma noche y ellos impusieron el viernes.

Esa esperanza que generó en 16 millones de mexicanos que votaron por él, se desvaneció en la intermedia de 2003:

De 224 diputados cayó a 153, mientras el PRI creció de 208 a 222.

El PRD pasó de 65 a 97.

En 2006, la elección que Felipe Calderón Hinojosa y La Mafia del Poder robaron a Andrés Manuel López Obrador y en la que pasó por la exhibición en video de su secretario René Bejarano guardándose hasta las ligas cuando Carlos Ahumada le daba millones de pesos en su oficina para la causa, y el juicio de desafuero, el PAN recuperó diputados al sumar 206.

El PRD dio un enorme paso gracias a Andrés Manuel: totalizó 157 diputados, mientras el PRI cayó hasta 123, con el poco popular Roberto Madrazo como candidato presidencial.

Para la intermedia, 2009, el PRI volvió al horario estelar con 237 diputados. La labor de Beatriz Paredes Rangel en el tricolor y el desgaste de Calderón Hinojosa con todo y su haiga sido como haiga sido le dieron 143.

Una pérdida de 63.

El PRI ganó cinco de seis gubernaturas en disputa y la mayoría en la Cámara.

Fue un voto de castigo para Calderón y su guerra contra el narcotráfico sin sentido y sin planeación, además de la inseguridad y la crisis económica.

Paredes Rangel, hoy presidenta de la Cámara de Diputados con un PRI de medio centenar de bancada, fue vista como una heroína.

 

Peña y 2012

El arrollador triunfo de Enrique Peña Nieto en 2012, el candidato de las telenovelas y que impuso La Mafia del Poder, dio al tricolor 241 diputados y 61 senadores.

Al PRD, con Andrés Manuel como candidato por segunda ocasión en fila, le tocaron 135 diputados y 28 senadores.

El PAN sumó 114 diputados y 38 senadores.

No le fue tan mal, para el sexenio de muerte y narcotráfico que encabezó Calderón.

En 2015, la intermedia de Peña, el tricolor sumó 203 diputados, por 108 del PAN y apenas 56 del PRD. Andrés Manuel ya había renunciado al sol azteca y ya había fundado Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Pero el escándalo fue en 2016, cuando el PRI perdió siete de doce gobiernos estatales. En 2010 había ganado nueve de los doce.

Se quedó sin Veracruz, que jamás había perdido.

Durango, Quintana Roo y Tamaulipas fueron entregados a la oposición.

Es la peor derrota en la historia de los priístas, en la elección de gubernaturas.

Manlio Fabio Beltrones Rivera renunció a la dirigencia del tricolor, después de la dolorosa caída.

Se perfilaba ya el desplome del PRI y el ascenso de Morena.

El domingo próximo se espera un voto de castigo para el gobierno de Andrés Manuel, por el mal manejo de la epidemia de Covid-19, los 500 mil muertos -suma de cifras oficiales y no oficiales -; la pérdida de miles de empleos -por malas decisiones y por la crisis derivada da la epidemia, cierto-; y por los recortes obsesivos que han dejado sin medicamentos a niños con cáncer y a quienes sufren diversas enfermedades.

El ejercicio de gobierno desgasta y se paga en las urnas.

Ayer se conoció una proyección de Morena en el Senado, donde se espera que de quince gubernaturas se obtengan ocho, acaso diez.

La Cámara de Diputados, clave para la segunda parte del sexenio de Andrés Manuel tampoco se ve fácil. La mayoría calificada, necesaria por ley para reformas constitucionales, que hoy tiene Morena con aliados, se ve lejana.

Mañana se termina la lluvia de spots y a votar el domingo.

 

Vámonos: A vacunarse todos que, ahora sí, ya apretó el gobierno federal. ¿Será por la elección del domingo?

No lo creo.

 

albermontmex@yahoo.es    @albermontmex