Natalia, prorrusa en Kiev: “Espero que Rusia gane, Ucrania estaría mejor”

15, mayo 2022

Natalia, prorrusa en Kiev: “Espero que Rusia gane, Ucrania estaría mejor”

 

KIEV, Ucrania (EFE).- Nació en Moscú pero su casa es Kiev porque allí se trasladó con 13 años. Cree que las guerras a veces son justas y ese es, a su juicio, el caso de Ucrania. Opina que el país donde vive estaría mejor si se integrase en Rusia y lamenta que sus hijos no lo vean como ella. Se llama Natalia y es prorrusa convencida, “como muchos, aunque lo escondan”.

Natalia accede a hablar con EFE porque quiere dejar constancia de que en Ucrania no todo el mundo piensa lo mismo. Según explica, sus iguales no hablan con periodistas porque se sienten “juzgados”. Ella pide esconder su apellido; asegura que varios de sus amigos están en prisión por ser disidentes.

Tiene ahora 64 años y va vestida de un rojo vivo a juego con las flores que lleva al memorial al soldado desconocido en Kiev. Habla muy pausado y medita bien cada respuesta, midiendo sus palabras, como si supiera que su relato puede resultar incómodo en un país invadido.

“Yo apoyo a Rusia. Sí, lo hago, porque en los últimos años aquí hemos tenido nazis”, dice refiriéndose al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y al alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, de quien le molesta especialmente su afán por borrar de las calles de la capital los monumentos que honran a los “héroes que expulsaron de Ucrania a los nazis”, en referencia a los dirigentes soviéticos.

 

Sus hijos no son prorrusos 

 

Conoce bien otro sistema porque ha vivido 14 años en Estados Unidos, donde explica que estuvo trabajando como científica. Allí siguen residiendo sus dos hijos, que no comparten su punto de vista. Ella cree que es porque han sufrido “un lavado de cerebro”. “Mis hijos no saben de historia. Han sido educados en otro sistema”, lamenta.

Para ella, los tiempos de la URRS no fueron ni blancos ni negros. Tuvieron “aspectos negativos” que no quiere concretar, pero otros positivos: “No había desempleo, teníamos buenos sistemas de salud para todo el mundo y no pagábamos por ello, mis padres no pagaban por nuestra educación. Teníamos muchas posibilidades”, dice.

En cierto sentido, admite, añora esa época. Ha ido al memorial de Kiev a depositar flores sobre la tumba del familiar de una amiga suya que ahora vive en Moscú. Sus nombres y apellidos constan en la lápida: Mefodiy Madyudya, ucraniano que combatió en 1944 bajo la bandera soviética.

“Yo siento profundamente que soy rusa y no voy a traicionar a estos héroes que murieron liberando a Ucrania de los nazis”, afirma Natalia con contundencia frente al memorial.

 

La guerra no es una mala idea 

 

En el pensamiento de Natalia la guerra de Rusia contra Ucrania “no es una mala idea”. “Definitivamente Rusia y Ucrania tendrían que tener buena relación, pero la pregunta que hay que hacerse es: ¿Por qué estamos en una situación que nunca hemos tenido?”.

Ella opina que la culpa de todo la tiene la influencia de Estados Unidos y la “deriva nazi” de Ucrania desde la revolución del Maidán, en 2014.

Entonces, una serie de manifestaciones de origen europeísta acabaron con la marcha del país de Víctor Yanukóvich, presidente del país, cuando éste se negó a firmar el acuerdo de asociación con la Unión Europea.

Natalia lamenta que Rusia no “interviniese” militarmente entonces. “Hubiera sido mejor si hubiese empezado esto en 2014, después del Maidán. Hubiera sido más apropiado”, sentencia.

Pero después del Maidán, en marzo de 2014, Rusia invadió la península de Crimea y se la anexionó tras un referéndum sin presencia de observadores internacionales en el que el 90 por ciento de quienes votaron aprobaron la unión.

Acto seguido, en el mes de abril, comenzó la guerra del Dombás entre el Gobierno de Ucrania y las fuerzas separatistas rusas de Lugansk y Donetsk, que autoproclamaron su independencia.

 

Putin, uno de los políticos más destacados del mundo

 

Natalia es ferviente seguidora de Putin pero lamenta que no fuese más contundente en esa guerra. “Seguramente no estaba preparado en este tiempo. En estos 8 años él coleccionó razones económicas y políticas fuertes y finalmente emprendió estas acciones”, se alegra Natalia.

Espera que Rusia gane esta guerra, algo que cree que no solo sería bueno para Rusia sino también para Ucrania. “Espero que Rusia gane la guerra, Ucrania estaría mejor”, asegura Natalia.

Esta mujer de 64 años criada en la URRS reproduce el argumento de que la culpa de esta guerra la tienen los Estados Unidos por expandir la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Augura que “la paz mundial se va a perder si todos los países van a ser como los Estados Unidos”.

“Después del colapso de la URRS la OTAN tendría que haber sido destruida”, sentencia Natalia. Para ella, el presidente ruso Vladímir Putin es “uno de los políticos más remarcables del mundo” aunque para ella “no todo está claro ni todo es transparente”. “Yo deseo que él pueda ganar esta guerra”, asegura Natalia, que no tiene miedo a morir en ella.