PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

En México, solamente tres por ciento de la población tiene acceso a cuidados paliativos, pues en el Presupuesto de Egresos ni siquiera existe una partida destinada a este tema, lo cual se agrava en el caso de los cuidados pediátricos, lo que condena a la gran de la mayoría de niños, niñas y adolescentes con enfermedades graves y crónicas a agonías largas y dolorosas.

El doctor Guillermo Eduardo Aréchiga Ornelas, experto en medicina del dolor, subrayó que no se ha desarrollado ni concretado un programa nacional de cuidados paliativos a nivel general y mucho menos para los menores de edad.

Ante diputados federales, subrayó que en todo el país solo existen 14 anestesiólogos especializados en pacientes pediátricos y ello representa una disminución en comparación con los niveles prepandemia, pues en 2018 había 18 de estos especialistas.

Además, consideró que existe una opiofobia, pues los médicos temen recetar opioides a niños y niñas, pues los laboratorios ni siquiera elaboran dosis pediátricas de estos insumos.

El especialista del Colegio Médico de Jalisco explicó a través de solicitudes de información se ha logrado saber que ni el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ni el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tienen pabellón de cuidados paliativos pediátricos, mientras que la mayoría de los estados ni siquiera han contestado los requerimientos de información.

Explicó que si bien existen una norma oficial y guías sobre cuidados paliativos, que los establece como obligatorios, se requiere ponerle atención a este grupo de población, para poder paliar el sufrimiento de estos pequeños, lo cual no se puede hacer sin presupuesto.

Agregó que algunos estados hacen algunos esfuerzos en esta materia y en otros ni siquiera hay acceso, a lo que se suma lo que llamó opiofobia, es decir el gran temor de recetar opioides a los menores de edad, pese a que puede aliviar el dolor.

A su vez, el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Emmanuel Reyes Carmona (Morena), señaló que este tema es de gran importancia porque se trata de acciones encaminadas a cuidar a personas con enfermedades graves, así como prevenir o paliar los síntomas secundarios.

“Se busca tratar problemas emocionales, sociales, prácticos, de carácter religioso que, al ser atendidos, se logra mejorar la calidad de vida del paciente”, agregó.

El diputado por Morena enfatizó que entre las enfermedades que requieren cuidados paliativos está el cáncer, el VIH/Sida, la diabetes, problemas cardiovasculares o respiratorios, las de tipo crónico y las neurológicas.

Aclaró que este tipo de atención no busca alargar innecesariamente la vida de personas enfermas, ya que algunos de estos cuidados pueden ser mediante un respirador, la alimentación por sonda, hidratación artificial y diálisis.

La diputada Leticia Zepeda Martínez, del PAN, dijo que en los últimos años México ha enfrentado una transición epidemiológica caracterizada por el incremento de enfermedades no transmisibles o crónicas, a lo que han contribuido los nuevos estilos de vida y hábitos de consumo, que ocasionan sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes, cáncer, artritis e infartos.

Señaló que varios de estos males no se curan y la evolución de sus padecimientos limita las condiciones y expectativas de vida de las personas, lo que eventualmente requerirá de cuidados paliativos y medicamentos para el dolor. Resulta necesario transformar este enfoque porque actualmente sólo se aplican a enfermos terminales, pero deben ofrecerse para cualquier mal que amenace la salud, sin que sea de forma terminal.

El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud, se pronunció a favor de que en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 se incluyan recursos para este tema, ya que se trata de una redistribución necesaria.

El panista resaltó que mediante impuestos especiales ingresan más de 70 mil millones de pesos, pero a programas de atención de obesidad y cáncer se destina una cantidad ínfima. Subrayó que vigilarán que cada peso dé más salud y se aplique con transparencia, eficiencia y eficacia.