No todos avanzamos “a la velocidad del más lento”

14, octubre 2022

JUAN HERNÁNDEZ 

 

“La humanidad, como los ejércitos en campaña, avanza a la velocidad del más lento.

García Márquez, Gabriel. El amor en los tiempos del cólera. 1985

 

Hace unos días tuve la oportunidad de brindar una ponencia ante estudiantes de la Universidad Incarnate Word Campus Bajío sobre el panorama político, económico y social de la migración. La conclusión fue que vivimos una era compleja, caracterizada por una pandemia, una guerra y un caos global que ha generado no sólo la movilización masiva de personas como nunca lo habíamos visto sino que, además, deja una incertidumbre sobre lo venidero en distintos frentes. No obstante, mientras el mundo está al borde de una recesión económica y muchos de los mercados internacionales se contraen, existen líderes empresariales que, al ver cerrada la puerta del gobierno federal en México, se acercan a estados como Guanajuato que sigue abriendo sus propias fronteras. Muestra de ello es que “nuestra entidad se convirtió por cuarto año consecutivo en el epicentro de la industria y emprendimiento global”, como lo dijo el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo en la inauguración de la Industrial Transformation México de la Hannover Messe, el evento empresarial, industrial, científico y tecnológico más importante del mundo.

Este tipo de actividades que impulsan la reactivación económica no sólo de Guanajuato sino de México, se emprenden cuando las señales que vienen sobre todo de Estados Unidos no son las mejores. Una encuesta realizada por la Consultora KPMG a CEOs de las 400 empresas más importantes de la Unión Americana, arrojó que el 91% de estos directivos esperan una recesión mucho más fuerte que la crisis financiera del 2008. Esta situación prende los focos rojos, ya que algunos especialistas estiman que se perderían millones de empleos, lo que tiene muy nerviosos a los inversionistas y a los residentes de la Casa Blanca. Estas señales no las podemos dejar a la ligera, primero porque México compite con Canadá por ser el principal socio comercial de los Estados Unidos (tan sólo en el mes de agosto, las operaciones superaron los 70 mil 298 mdd). Además, al ser nuestro país el mayor expulsor de migrantes a la Unión Americana, muchos de estos trabajos que se perderían pueden ser, desafortunadamente, de nuestros paisanos que hoy viven del “sueño americano”.

Ahora bien, el efecto de esta posible recesión también puede pegar en el envío de las remesas. Si bien en el 2021 se registraron números históricos y la tendencia positiva se mantuvo en el primer semestre de este 2022, el último reporte del Banco de México muestra que el crecimiento de las remesas ya no es el mismo. En junio de este año aumentaron 15.6%, mientras que en el mismo periodo del 2021 fue de 26%. Es decir, se siguen enviando cantidades históricas de remesas, pero ya no con el crecimiento del 2021. Si a esto le sumamos la crisis económica de la que les vengo hablando, la situación podría empeorar. Como sabemos, se vienen los meses más fuertes para la recepción de divisas, tan sólo en octubre, noviembre y diciembre del 2021 el crecimiento fue de más del 30%, aunque, como ya vimos, dicho aumento viene a la baja. ¿Se aproximan unas fiestas de fin de año más “frías” que, incluso, durante la pandemia del Covid-19?

Por si fueran poco, estas tendencias económicas no son las únicas que les quitan el sueño a empresarios y gobernantes, ya que los conflictos armados entre algunas de las naciones más poderosas del mundo están haciendo temblar a todos. Con el lanzamiento de un misil de Corea del Norte al espacio aéreo de Japón, se atiza aún más la tensión internacional y, en consecuencia, las especulaciones económicas son aún más inciertas. Como era de esperarse, la Casa Blanca no se quedó de brazos cruzados y convocó a las Naciones Unidas para tratar de apagar esta nueva llama antes de que se convierta en un incendio como el de Rusia y Ucrania, que ha consumido las expectativas de crecimiento económico de prácticamente todo el mundo.

Como vemos, son tiempos “coléricos” en los que pareciera que el panorama desolador lo envuelve todo, pero el amor por lo que somos y lo que podemos dar, como lo narra el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, florece hasta en las épocas de mayor sequía. Minutos antes de iniciar la ponencia ante aquellos estudiantes de la Universidad Incarnate Word Campus Bajío, leía en Twitter que un tribunal federal de Estados Unidos declaró ilegal el Programa Acción Diferida para los Llegados de la Infancia (DACA por sus siglas en inglés). ¡Una noticia más de dolor! Pero al hablarles a esos jóvenes de este hecho, noté en sus rostros la indiganción y la rabia al escuchar cómo se pretende cortar las alas de los famosos “dreamers” (algunos de ellos quizás sean sus propios primos). Entonces recordé que estos “soñadores” son la semilla que sembraron nuestros migrantes para que, un día no muy lejano (quizás en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y México del 2024), puedan decidir ya no ser parte del problema como los radicales los hacen ver sino de la solución en estos tiempos tan difíciles que nos toca vivir y como siempre lo han hecho.

Y tú, ¿qué opinas de los tiempos que vivimos?

 

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