En 2020, alrededor de 300 mil tiendas de abarrotes del país cerraron como consecuencia de la crisis económica que ocasionó la pandemia de Covid-19, pero durante este año han sido las menos las que han podido reabrir.

Al respecto, el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, (Anpec), Cuauhtémoc Rivera señaló que durante el año pasado “se perdieron cerca de 600 mil autoempleos y 300 mil puntos de venta; se han logrado reactivar alrededor de 100 mil puntos de venta, no necesariamente en el giro de abarrotes; han innovado en giros de coyuntura y de menos operación o utilidad, como producción de venta de cubrebocas, cierto tipo de panificación, repostería, entre otras, han buscado restablecerse, están en el esfuerzo del regreso”.

La Asociación estima que por cada establecimiento en el país, trabajan 2.7 personas y cerca de 71 por ciento de los trabajadores de estas unidades económicas no cuenta con un salario fijo.

Asimismo y según el estudio Pequeño Comercio: Ventas vs pandemia, que llevó a cabo la Asociación, con la colaboración de la Universidad Anáhuac, 64 por ciento de los comerciantes del país percibe una mala situación económica en su localidad y 84 por ciento en el país.

Se estima que 28.4 por ciento de los ingreso de las tienditas disminuyeron y esta situación podría ser más pronunciada en los próximos meses.

Las ventas más importantes y con mayor utilidad para los tenderos del país están en las categorías de abarrotes, cerveza, refrescos y botanas, a pesar de que han sufrido incrementos en precios y en impuestos.

Alrededor de 98 por ciento de los comercios estima que la economía de sus clientes se vio afectada por la pandemia; mientras que la mayoría también percibe bajas en las ventas y retrasos en los pagos de deuda de hasta una tercera parte de sus clientes; la mitad de estos pequeños comercios percibe incertidumbre económica en las condiciones actuales, según el estudio.

En tanto que nueve de cada 10 encuestados declaró no haber recibido algún tipo de apoyo económico a lo largo de la emergencia sanitaria; “esto indica que además del marketing que pudo haber de esto, las políticas públicas o los programas de apoyo que se implementaron por las distintas instancias, no llegaron al canal.

“Esto nos habla de que hay mucho por hacer y que todo el impacto de la pandemia que ha habido en el canal está en la espalda del comerciante y de sus familias”, señaló el documento.