MARTÍN AVILÉS

Foto: Instagram @paolo5

Paolo Napoleon James Banchero nació en Seattle, pero por sus venas corre sangre de inmigrantes italianos gracias a su padre. En su nombre lleva la penitencia, pues así como el emperador francés anhelaba conquistar el mundo entero, el ala-pívot sueña con adueñarse de la mejor liga de baloncesto mundial. Por eso, ante su primer juego internacional, la emoción lo invade al sentir el cariño del público mexicano.

El Orlando Magic apostó por este chico egresado de la universidad de Duke al elegirlo como la primera selección global del NBA Draft 2022. Durante los dos últimos veranos Banchero ha sido noticia, ya que jugó el pasado Mundial FIBA 2023 con Estados Unidos pese a que se decía orgullosamente italiano. De hecho, participó en el triunfo estadounidense ante Italia, lo que valió severas críticas.

Ahora, de visita en México para el partido entre Orlando y Atalanta, que será el número 13 de temporada regular disputado en territorio azteca, el joven de 20 años disfruta del momento a la espera de limpiar esa imagen que dejó aquella traición en el Mundial al más puro estilo de la mafia italiana.

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“Ha sido una buena experiencia y que me ayude a convertirme en un mejor jugador”, dijo Banchero sobre sus primeras horas en territorio azteca. “Sí, es mi primera vez en México, definitivamente estoy muy emocionado de estar aquí, más emocionado de poder jugar básquetbol”.

La NBA tiene a México entre sus principales mercados, es por ello que es un asiduo visitante en esta tierra para promoverse entre sus aficionados y cultivar a nuevos fans que continúen con este añejo idilio.

“Me encanta. La NBA y el basquetbol es un juego mundial, creo que todos alrededor del mundo encuentran la manera de seguir la experiencia del basquetbol adonde quiera que vayamos, ya sea en París, en África o México”, explicó Paolo.

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Banchero practicó junto con el resto de los jugadores del Magic en la Arena Ciudad de México un día antes de su cita con los Hawks. El italoestadounidense corrió, tiró, botó el balón y se disfrutó esta nueva experiencia en su joven carrera. Todo eso, sin sentir los efectos de la altura de 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar de la capital mexicana.

“No sé que esperar, pero definitivamente que sea un espectáculo lleno de energía, que la gente lo disfrute. Espero que sea un juego maravilloso, estoy muy emocionado. La altitud no creo que sea mucho problema, tenemos tiempo para practicar. Tal vez los primeros 15 o 20 minutos, pero después te acostumbras”, aseguró Banchero, quien cumplirá 21 años el próximo fin de semana.