PILAR MANSILLA
Foto: Cuartoscuro
La Secretaría de Movilidad (SEMOVI) pidió a los transportistas de la ruta 84 mantenerse en las mesas de diálogo, sumarse al proyecto de la empresa zonal “Culhuacanes” y, que no afecten a la ciudadanía durante los bloqueos que tienen programados al sur de la Ciudad de México.
Al asegurar que es un “grupo minoritario que continúa sin resolver sus conflictos internos con la mayoría de los concesionarios adheridos al proyecto”, advirtió que “es falso que existan irregularidades en la adquisición de los autobuses que fueron elegidos por los mismos concesionarios, quienes seleccionaron la marca y el modelo (mismos que cumplen con la norma técnica vigente). También es falso que exista personal de esta dependencia dentro de la organización de la empresa”.
La dependencia a cargo de Andrés Lajous Loaeza, señaló que es falso también que “exista lo que ellos denominan cártel de transporte” así como que la modernización en el modo de operación “deje sin trabajo a las personas que tienen una concesión o que exista algún amparo o dictamen judicial contra el proyecto”.
Al indicar que la SEMOVI respeta el derecho a la libre manifestación, refirió que no se debe afectar a terceros con bloqueos, por lo que pidió a lo catalogó como un grupo “minoritario” acatar lo establecido en la Ley de Movilidad, “en donde se destaca que no puede haber un servicio zonal y una ruta en el mismo recorrido, pues esto solo generará malas prácticas de movilidad en la zona”.
Explicó que el proyecto, que inició el año pasado, “se ha realizado de manera transparente, en el cual participaron todos los concesionarios de las rutas 84, 12 y 91, y eligieron de manera democrática a sus representantes para la conformación de esta empresa”.
Abundó al señalar que tiene como objetivo modernizar el transporte de la zona ya que se tendrán ahora concesiones individuales a una empresa zonal, por lo que se “chatarrizarán” más de 180 microbuses que darán paso a 76 autobuses de última generación, con lo que se pretende, también “erradicar malas prácticas, como el tortuguismo, ascensos y descensos en sitios no autorizados, y competencia entre operadores para obtener mayores ganancias”.