Amenos de dos semanas de la elección más grande en la historia de México, en Palacio Nacional hay preocupación.

Los números no son los que esperaban.

Saben que el 6 de junio y la segunda parte del sexenio de Andrés Manuel López Obrador no serán un día de campo y que las reformas pendientes no saldrán.

Que de las quince gubernaturas en juego, Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no ganará las doce que proyectaba.

Que se perderán alcaldías en la CDMX y que en el Estado de México las y los caciques dizque de izquierda que gustan de los lujos y comodidades de la derecha y el capitalismo dejarán de serlo.

Pero lo más alarmante es que el control absoluto de la Cámara de Diputados, que hoy tienen gracias a las rémoras como el Partido del Trabajo, el Partido Verde, y Partido Encuentro Solidario (antes Social) se terminará.

Que tendrán la mayoría simple, pero con apuros.

Y que el desgaste que significa el ejercicio de gobierno les pasará factura, porque el discurso que culpa al pasado ya es obsoleto y lo que se vive hoy ya es consecuencia de sus actos.

Habrá un voto de castigo.

Morena amenaza con una reforma fiscal, como ya advirtió Arturo Herrera, secretario de Hacienda; con desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE) y con una reforma energética para asegurar la fortaleza del sector, basado en Petróleos Mexicanos (Pemex) y en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que dirige el multimillonario Manuel Bartlett, con todo y sus 40 inmuebles, pagados, eso sí, a crédito y con tandas.

El decálogo que presentó ayer la alianza Va por México, integrada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) está bien razonado.

Es lógico.

De los tres partidos, el PRI, con todo y que su líder, Alejandro Moreno Cárdenas, volvió a más de lo mismo con las candidaturas, luce como el más sólido.

Sus spots han respondido contundentemente a los de Morena y es tan grande la desilusión de quienes en 2018 dieron su voto a Andrés Manuel en busca de una nueva oportunidad, que el tricolor estará de vuelta.

Alfonso Durazo Montaño sueña

Dice el candidato de Morena al gobierno de Sonora, que su competidor del PRI-PAN-PRD, Ernesto Gándara, alias El Borrego, no está ni de broma cerca en las preferencias y en la intención del voto.

A ver si no se lleva una sorpresa en las urnas, porque él, el ex secretario de Luis Donaldo Colosio y Vicente Fox, es más gris que una tarde de invierno en la CDMX.

¿Qué se siente Ricardo Scheffield?

El ex titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Ricardo Scheffield, es más pesado que un pozole a las tres de la mañana.

El candidato a repetir como presidente municipal de León, Guanajuato, ahora da clases de periodismo… a los periodistas.

Allá ellos, los leoneses, si le dan su voto a un sujeto tan desagradable.

Vámonos: Por reabrir la L12 del Metro.

¿Qué sentirá Marcelo Ebrard cuando surge  el tema de los 26 muertos en el Metro que él construyó?

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