Primer trasplante del IMSS a nivel nacional de donador positivo a COVID-19, a niña de 12 año

27, abril 2022

POR RITA MAGAÑA

Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) realizaron el primer trasplante a nivel nacional de un donador positivo a COVID-19 en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 25 en Nuevo León, para salvar la vida de una niña de 12 años, cuyo pronóstico de vida no rebasaba las 72 horas si no recibía un hígado nuevo.

A dos horas de haber sido decretada “Código 0”, clasificado como una “Urgencia Nacional”, por el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), apareció una esperanza de vida para Sofía, de 12 años, pero había un obstáculo: el donador había resultado positivo a COVID-19.

La UMAE No. 25 se encontraba frente a un nuevo reto: el equipo multidisciplinario de especialistas analizó el protocolo internacional para determinar la viabilidad de colocar en la niña un órgano donado por un paciente con muerte cráneo encefálica, pero con una prueba positiva a SARS-CoV-2.

El jefe de División de Trasplantes del hospital, Gerardo Luna López, explicó que la pequeña Sofía padecía el síndrome de Alagille, enfermedad hereditaria poco frecuente que causa múltiples afecciones, principalmente al hígado, donde se produce cirrosis, misma que lleva a una falla hepática.

Además, el 27 de marzo del 2022, la menor había recibido un primer trasplante de hígado en el mismo hospital, pero al quinto día de la cirugía presentó una complicación por una trombosis de arteria hepática, que ameritó intervención quirúrgica para la reconstrucción del vaso, que fue fallida.

A partir de entonces, la muerte para Sofía parecía inminente, el 4 de abril, el caso se planteó como emergencia nacional para un trasplante con la próxima donación de hígado de cualquier lugar o institución del país.

Dos horas después, en Irapuato, Guanajuato, se notificó la donación del órgano por parte de un paciente masculino de 16 años. Era la oportunidad que los médicos esperaban para la paciente Sofía.

En los exámenes del donador aparecía un diagnóstico positivo a COVID-19, pero las características de peso, talla y hasta grupo sanguíneo eran compatibles con la receptora.

El comité de trasplantes de la UMAE No. 25 se abocó a analizar el costo-beneficio de dicho trasplante, aunque era positivo a COVID-19, el donante se había mostrado asintomático, su carga viral no era de alta contagiosidad y su muerte fue por una razón distinta: una lesión neurológica grave.

Los médicos reforzaron la viabilidad del trasplante ofreciendo a la paciente un tratamiento profiláctico con que cuenta el hospital para protegerla del contagio viral.

Con estos argumentos a favor, el equipo procurador acudió al Hospital General (HG) de Irapuato de la Secretaría de Salud, con Equipo de Protección Personal para extraer el órgano y traerlo a Nuevo León, donde los cirujanos trasplantólogos trabajaron durante seis horas para colocar el hígado en la menor que ya lo esperaba para seguir viviendo.

El jefe de División de Trasplantes del Hospital de Especialidades No. 25, explicó que el trasplante de hígado es un proceso de alta complejidad quirúrgica, debido a que hay cuatro estructuras que deben ser conectadas al cuerpo del receptor: la arteria hepática, la vena porta, las venas suprahepáticas y la vía biliar, todas ellas con calibres milimétricos que requieren extrema precisión para embonar y funcionar adecuadamente.

Finalmente, la cirugía resultó un éxito porque no dejó datos de infección viral en la receptora ni en los cirujanos, y marcó un precedente en la historia del IMSS en todo el país.