MARTÍN AVILÉS

Foto: Reuters

Los Baltimore Ravens vencieron a Los Ángeles Chargers por 20-10 y prologaron su marca a 9-3, registro que no alcanzaban desde el 2012, mismo año en que ganaron su último Super Bowl. El equipo emplumado tuvo otra gran actuación de su defensiva y con ello pudo detener los embates de Justin Herbert y compañía para llevarse la victoria y mantenerse con el mejor récord de la Conferencia Americana.

Los dirigidos por John Harbaugh sufrieron de más para derrotar a Chargers en el Sunday Night de la Semana 12. Pero el equipo de Alan Poe únicamente necesitó un par de anotaciones y goles de campo para ganar su noveno juego de la temporada.

La defensiva de Baltimore limitó al explosivo ataque comandado por Herbert a solamente 10 puntos. Hasta antes de este partido, los Chargers eran el equipo que menos entregas de balón había cometido, apenas ocho en 10 compromisos, pero Baltimore le generó cuatro, incluida una intercepción al egresado de Oregon.

Lamar Jackson completó 18 de sus 32 envíos para 177 yardas y un touchdown. Sobre el final, cuando le defensiva paró a Los Ángeles, el corredor Zay Flowers llevó el ovoide hasta la zona prometida para darle a su equipo un respiro en un encuentro que se lo habían complicado más de la cuenta.

Flores, que tuvo 62 yardas totales y dos anotaciones, se convirtió en el primer receptor novato con un touchdown por aire y otro por tierra en el mismo juego esta temporada.

Los Chargers soñaron con la remontada, pero se toparon con una de las mejores defensivas de toda la NFL. Herbert intentó 40 pases, de los cuales únicamente completó 28, para 196 yardas y una anotación.

Baltimore sumó el sexto triunfo en sus últimos siete partidos, para ponerse con marca de 9-3, el mejor registro de la AFC y de la propia división Norte. La derrota significa la eliminación de los Chargers al colocarse con récord de 4-7. La era de Brandon Staley al frente de la franquicia bolt cada vez está más cerca de su desenlace.