PATRICIA RAMIREZ

Foto: Cuartoscuro

El Presupuesto de Egresos de la Federación para 2023 contempla una disminución de 55 por ciento en los recursos destinados a la compra de vacunas, pese a que los niveles de vacunación para menores de un año están en mínimos históricos, pues la cobertura representa apenas el 27 por ciento del total de este grupo de edad con esquema completo.

De acuerdo con el desglose de los gastos enviados por la secretaría de Hacienda, el pasado 8 de septiembre, para el próximo año están programados 14 mil 21 millones 841 mil 853 pesos para la adquisición de vacunas en general, en comparación con los 30 mil 314 millones 334 mil 22 pesos que se invirtieron en este sector este año.

Y aunque parte de esta reducción podría deberse a que se comprarán menos vacunas contra Covid19, el gran atraso en la aplicación de esquemas básicos obligaría a invertir más en ese sector, para evitar que resurjan enfermedades ya extintas.

La vacunación en la primera infancia, es decir de 0 a 5 años de edad, es fundamental para la supervivencia de las niñas y niños, ya que en esta etapa es necesario fortalecer su sistema inmune y formar anticuerpos contra enfermedades que podrían ser mortales. En México cada año mueren poco más de 30 mil personas menores de 5 años de edad, la mayoría por causas prevenibles con intervenciones de salud como la vacunación.

En 2019 la influenza y neumonía ocupaban el tercer lugar entre las causas de mortalidad en niñas y niños menores de 5 años de edad, y las enfermedades infecciosas intestinales, el quinto lugar.

Por ello, organizaciones no gubernamentales exhortaron al gobierno federal a agilizar las campañas de vacunación, como la recién anunciada, para tratar de superar el gravísimo rezago que dejó la pandemia y la falta de biológicos en varias zonas del país.

Cae infraestructura
Además, el Presupuesto de Egresos 2023 también contempla severos recortes en áreas de construcción y mantenimiento del sistema de salud. Por ejemplo, el rubro de mantenimiento a infraestructura de salud viene en ceros, cuando este año tuvo 40 millones de pesos. Al igual, los proyectos de infraestructura social en salud aparecen en ceros, mientras que los proyectos de inmuebles para oficinas administrativas bajaron de 41 millones a 35 millones de pesos.

En términos globales, para la función salud, el gasto propuesto ascendería a poco más 868 mil millones de pesos, un incremento real del 4 por ciento. Este monto continúa siendo inferior al 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el nivel de gasto recomendado internacionalmente.

Ante este panorama, es previsible que el IMSS-Bienestar, la nueva apuesta para ofrecer servicios de salud en favor de la población sin seguridad social, incumpla sus objetivos en el corto plazo.

Sobre este tema, el diputado Ector Jaime Ramírez Barba, aseguró que es necesario atender los esquemas de vacunación, pues la pandemia dejó desprotegidos a millones de niños, a los cuales no se les aplicó el esquema completo y eso es un riesgo para el sistema epidemiológico nacional.
Acotó que la niñez y adolescencia en México, son otra víctima de la incapacidad del gobierno federal para gestionar el control de la pandemia y para generar los programas y apoyos necesarios para aliviar sus efectos.

“El gobierno federal no debe escatimar recursos para salvar vidas, debe atender el principio constitucional del interés superior de la niñez y los derechos reconocidos para las niñas, niños y adolescentes de nuestro país y garantizar la vacuna para toda la población en edad de recibirla”, sentenció el legislador panista.

El diputado también señaló que en 2023 el gobierno federal terminará de sepultar el fallido Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) pues este organismo transferirá recursos del programa Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos al IMSS Bienestar, y lo mismo sucederá con los recursos estatales de las entidades donde se federalizarán los sistemas de salud