Representan 14% de la población adultos mayores en México

30, septiembre 2022

AIDA RAMÍREZ

Foto: EFE

A propósito del Día Internacional de las personas adultas mayores, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN), para el segundo trimestre de 2022 se estimó que en México residían 17 millones 958 mil 707 personas de 60 años y más (adultas mayores), representando 14 por ciento de la población total del país.

En los hombres, este porcentaje es de 13 por ciento; en las mujeres, de 15 por ciento; mientras que más de la mitad (56 por ciento) tiene entre 60 y 69 años.

Conforme avanza la edad, este porcentaje disminuye, ya que 30 por ciento corresponde al rango de 70 a 79 años y 14 por ciento a las personas de 80 años y más. Según sexo, el porcentaje es ligeramente más alto para los hombres de 60 a 69 y para las mujeres de 80 años y más.

Al dar a conocer la estadística, el INEGI señaló que la   mayoría de las personas ocupadas de 60 años y más laboran por cuenta propia (49 por ciento), le siguen las y los trabajadores subordinados y remunerados (38 por ciento).

No obstante, en territorio nacional, 70 por ciento de las personas adultas mayores ocupadas, esto es, 8.8 millones, trabaja de manera informal.

El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) recuerda que el 14 de diciembre de 1990 la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 1 de octubre como Día Internacional de las Personas de Edad.

Por lo que toca a la condición de actividad de las personas adultas mayores, en el segundo trimestre de este año, se estima que 33 de cada 100 personas de 60 años y más son Población Económicamente Activa (PEA) y 67 de cada 100 son Población No Económicamente Activa (PNEA).

De la PEA, la tendencia muestra una disminución conforme avanza la edad; pasa de 43 por ciento para el grupo de 60 a 69 años a 9.0 por ciento entre quienes tienen 80 años y más. Según sexo, los hombres económicamente activos superan a las mujeres en todos los grupos de edad.

Destaca el grupo de 80 y más, ya que casi cuatro de cada 100 mujeres forman parte de la PEA. En los hombres, el porcentaje es 17 por ciento.

Asimismo, para el mismo periodo que se comenta, la ENOEN estima que 12 millones 110 mil 210 personas de 60 años y más son parte de la PNEA, en donde la mitad (51 por ciento) se dedica a los quehaceres domésticos, 31 por ciento está pensionada y jubilada y 2.0 por ciento está incapacitada permanentemente para trabajar.

Según sexo, el porcentaje de mujeres que realizan quehaceres domésticos es mayor al de los hombres (70 por ciento frente a 14 por ciento). Este porcentaje se invierte en las y los pensionados y jubilados: en estos casos, 58 por ciento son hombres y 17 por ciento, mujeres.

La tendencia observada para cada sexo se repite por grupos de edad. Destaca un mayor peso relativo en los hombres jubilados de 80 años y más (45 por ciento) y en las mujeres de la misma edad que realizan quehaceres domésticos (53 por ciento).

En cuanto a la población ocupada, de las personas adultas mayores que conforman la PEA (cinco millones 848 mil 497), 99 por ciento se encuentra ocupada y 1.0 por ciento, desocupada.

Del grupo de personas ocupadas, 49 por ciento trabaja por cuenta propia. Lo sigue el de las y los trabajadores subordinados y remunerados, con 38 por ciento.

El INEGI asegura que son pocas las personas que llegan a una edad avanzada y son empleadoras (10 por ciento), mientras que hay quienes no perciben remuneración por su trabajo (3.0 por ciento).

La mitad de las mujeres ocupadas de 60 años y más (50 por ciento) trabaja por cuenta propia. En los hombres, este porcentaje es ligeramente más bajo (48 por ciento).

En las y los trabajadores subordinados y remunerados no hay diferencias (38 por ciento); sin embargo, es más alto el porcentaje de hombres que son empleadores con respecto al de las mujeres (12 por ciento frente a 5.0 por ciento). El porcentaje de mujeres que trabajan sin pago es mayor al de los hombres (7.0 por ciento frente a 2.0 por ciento).

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el que la mayoría de las personas de edad trabaje por cuenta propia, puede deberse a «la discriminación que obstaculiza el acceso por parte de las personas mayores a un empleo asalariado, como del deseo de estas personas de trabajar de manera independiente, aprovechando las cualificaciones adquiridas a lo largo de su vida laboral, para hacerlo en condiciones que permitan una mayor flexibilidad a la hora de organizar sus actividades laborales y de la vida diaria».

Según la Organización de las Naciones Unidas, las personas de edad avanzada suelen trabajar en empleos mal remunerados, viven del apoyo de la familia o sus ingresos se limitan a las pensiones.

La ENOEN indica que 45 por ciento de las personas adultas mayores que están ocupadas gana hasta un salario mínimo, 22 por ciento obtiene ingresos de más de un salario y hasta dos salarios mínimos y 7.0 por ciento gana más de dos y hasta tres salarios mínimos.

Nótese que 9.0 por ciento no recibe ingresos. El porcentaje de mujeres que ganan hasta un salario mínimo es superior al de los hombres (57 por ciento frente a 39 por ciento).

En el resto de las categorías, las mujeres se encuentran en desventaja con respecto a los hombres. Solo en el rubro de más de tres y hasta cinco salarios mínimos, el porcentaje es igual.

La población ocupada de 60 años y más se distingue por dedicarse al comercio (23 por ciento) y a actividades agropecuarias (23 por ciento). La siguen quienes son trabajadoras y trabajadores industriales artesanos y ayudantes (21 por ciento).

En cuanto a las condiciones laborales, estimaciones de la ENOEN señalan que, durante el segundo trimestre de 2022, 44 por ciento de quienes trabajaban de manera subordinada y remunerada con 60 años y más, no contaba con prestaciones. En los hombres este porcentaje representó 45 por ciento; en las mujeres, 43 por ciento.

La OIT argumenta que, conforme transcurre el ciclo vital de las personas, aumenta la posibilidad de caer en el empleo informal. En México, 70 por ciento de la población ocupada de 60 años y más tiene un empleo informal. El porcentaje de mujeres que se encuentra en esta situación es mayor que el de los hombres (75 por ciento frente a 68 por ciento).

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