Rosario Piedra y la CNDH obedecen a Andrés Manuel

2, noviembre 2022

Rosario Piedra Ibarra es incondicional de Andrés Manuel López Obrador.

Obedece ciegamente.

Una protegida, por ser hija de Rosario Ibarra de Piedra, la eterna buscadora eterna de su hijo.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) no existe.

Es un florero.

Hace dos días, el organismo que se supone debe señalar abusos del poder emitió un comunicado en el que apoya la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE) que pretende López Obrador.

¿Y qué tienen que ver los derechos humanos con el organismo que organiza las elecciones?

Nada, por supuesto.

Eso en el gobierno de la dizque cuarta transformación no importa. -No me vengan con que la ley es la ley, ha dicho Andrés Manuel.

Y así es.

Piedra Ibarra mintió, como hacen regularmente los integrantes de este gobierno, como su líder.

Ayer, los integrantes del Consejo Consultivo de la CNDH desmintieron a la señora presidenta del organismo y aseguraron que jamás se discutió y, mucho menos, avaló el pronunciamiento de exigencia, incluso, a la reforma del INE.

Andrés Manuel defendió en la conferencia de Palacio la posición de su subordinada -lo es, aunque no debiera serlo- al asegurar, como siempre, que tiene todo el derecho de pronunciarse a favor de la democracia.

Y si el INE no es parte de la democracia ¿entonces cómo aceptaron López Obrador y sus leales el triunfo de 2018?

¿Por qué no acusaron a sus consejeros y a Lorenzo Córdova Vianello, presidente del organismo, en primer lugar, de representar a la oligarquía y a la mafia del poder?

No, porque les convenía hacer como que no veían.

Pero ahora, cuando ya han pasado más de cuatro años, se aprestan a dar un golpe mortal y definitivo a la ciertamente incipiente democracia. Quieren acabar con el INE -sí, necesita que se le perfeccione, pero no que desaparecezca- para hacer lo mismo que acusan del pasado: un organismo a modo con consejeros presuntamente ciudadanos, que el

pueblo bueno y sabio escoja.

¿A QUIÉN QUIEREN ENGAÑAR?

Con la reforma electoral quieren un instituto a modo, que obedezca ciegamente como Rosario Piedra, como la CNDH, como la Suprema Corte de Justicia de la Nación (CNDH), donde su presidente Arturo Zaldívar Lelo de Larrea acata las órdenes y cumple los deseos de su amigo López Obrador.

Y qué decir de la eliminación de diputados y senadores.

Ese recorte sólo beneficiará a Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y por eso lo empujan.

Así el gobierno del cambio.

Vámonos: El hackeo que sufrió la Secretaría de Infraestructura Comuncaciones y Transportes (SICT) ha dejado sin licencias, sin trámites a los ciudadanos de a pie, a quienes los requieren para poder trabajar.

Y eso que, como dice López Obrador, no fue nada grave.

La buena noticia: hoy no habrá mañanera ni habrá que soportar a Ana Vilchis, que no sabe leer y que debería ser enviada a la nocturna.

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