MARTÍN AVILÉS
Foto: Mexsport
El Atlético de San Luis dio la gran sorpresa de los Cuartos de Final del Apertura 2023 al echar a los Rayados de Monterrey. El segundo mejor equipo del torneo regular fue eliminado por el séptimo clasificado y con ello, Fernando Ortiz sumó otro descalabro en Liguilla.
El planteamiento de ‘El Tano’ fue timorato y temeroso. Y pagó caro. El equipo regiomontano igualó en el Estadio BBVA con el cuadro potosino 1-1 en la vuelta y tras caer 0-1 en el Alfonso Lastras en la ida, quedó fuera de la Fiesta Grande.
Los tuneros dieron la campanada y ahora enfrentarán al líder general Club América, luego de que las Águilas vencieran al León de manera polémica.
Habían transcurrido solamente siete minutos cuando Maxi punteó la pelota al filo del área para habilitar al incansable Gallardo, quien comenzaba con sus sistemáticas subidas hasta el área rival por su carril izquierdo para reenviar la pelota hacia el el área chica ante la salida del guardameta Sánchez, donde la esperaba ‘El Mellizo’ para clavar el 1-0 que daba nueva vida al equipo de Ortiz.
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Ya con el control del partido, Rayados jugó con la desesperación del rival, sabedor de que ahora la necesidad de un gol era del otro lado del balón. Entre Damm, Villalpando y Lamonge hacían todo lo posible por romper las líneas, pero ahora así el equipo regio estaba bien plantado en el campo, a diferencia de la ida.
Atlético de San Luis lucía adormecido, en parte por la estrategia de ‘El Tano’ y su cerrojo, pero también por esa nula capacidad de reacción tras perder la ventaja tan rápidamente en la pizarra. Fue hasta los 33 minutos que Dieter ensayó un disparo de media distancia que fácilmente pudo controlar Andrada.
El descanso fue el momento clave para los de Gustavo Leal. El míster ajustó sus piezas y sacudió la cabeza de los suyos para que reaccionaran y no dieran por perdida la eliminatoria. De esta manera, tan pronto como volvieron a la cancha, los tuneros estaban irreconocibles.
Aunque no se volcaron al frente con frenesí, sí que lo hicieron con la convicción de hacer daño a media de que sus limitaciones se lo permitieran. Y así llegó el primero para su cuenta en la noche.
Fue Murillo quien en una escapada por el costado izquierdo aprovechó que Monterrey estaba mal parado para desestabilizarlo. Recortó hacia adentro y cedió a Vitinho, quien en dos movimientos hizo recepción dirigida y fusiló para el 1-1 que tenía a los potosinos al borde del milagro.
La Pandilla era ya un perro sin correa, no existían ideas ni funcionamiento. Como si los fantasmas de su pasado reciente en el América le susurran al oído a Ortiz. Y es que su actitud timorata y cambios para nada bien vistos como sacar a Ponchito, Meza y a Funes Mori, quien había marcado el único tanto del juego, parecían el reflejo de lo vivido seis meses atrás.
El Monterrey no pudo más, ahogado en su propio atolladero y ahora San Luis enfrentará al América en semifinales.
