Superan homicidios dolosos a muertes violentas en sexenios anteriores

29, mayo 2022

POR URBANO BARRERA

 

Los homicidios dolosos en el primer cuatrimestre de 2022 –gobierno de Andrés Manuel López Obrador–, superaron las muertes violentas ocurridas, en el periodo similar, de los gobiernos de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.  

 

Entre enero-abril de este año (2022) el promedio diario de ejecuciones es de 82; con Felipe Calderón en el periodo enero-abril (2011) se llegó a 61 muertes y con Enrique Peña Nieto, enero-abril (2017) la cifra fue de 64.

 

Es decir, este cuatrimestre hubo 18 muertes más que con el primer cuatrimestre de 2017 con Enrique Pena Nieto y 21 más que en el primer cuatrimestre de 2011 con Felipe Calderón.

 

Aunque el primer cuatrimestre de 2022 reportó la cifra más bajas para un periodo similar en los últimos cuatro años, el país sigue manchado en sangre.

 

Por cuatrimestre, el primero de 2011, año más violento del gobierno de Felipe Calderón, en el periodo se registraron 7 mil 335 muertes, según reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

 

Para 2017 año más violento del gobierno de Enrique Peña Nieto, el primer cuatrimestre, marcó 7 mil 727 muertes.

 

Y, ahora, primer cuatrimestre, de 2022, según informes del Centro Nacional de Información (CNI) del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) las muertes, se ubican en 9 mil 895.

 

Además, el primer cuatrimestre de 2019 reportó 11 mil 306 ejecuciones, 2020 un total de 11 mil 747 y 2021 la cifra llegó a 11 mil 287, cifras superiores todas mayores a los dos sexenios anteriores.

 

En este sexenio el promedio diario es de 94 en 2019, 97 en 2020, 94 en 2021 y 84 en 2022, igualmente todas las cifras más altas, al promedio diario de los gobiernos pasados.

 

Las cifras se dispararon por la disputa de los territorios entre bandas del crimen organizado, principalmente en los estados de Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Baja California, Jalisco y Sonora.

 

Además de estas entidades, los lugares más violentos y peligrosos son: Acapulco de Juárez y Chilpancingo, Guerrero; Celaya e Irapuato, Guanajuato; Zamora, Jacona, Morelia y Uruapan,  Michoacán; Tlajomulco de Zuñiga, Jalisco, San Luis Potosí, Mexicali; Monterrey, Nuevo León, Cuernavaca, Morelos;  Puebla; Chimalhuacán y Tultitlán, Estado de México;  Playas de Rosarito y Baja California.