Estudios de investigadores universitarios detectaron que la extirpación del apéndice podría proporcionar cierta protección frente al mal de Parkinson. La clave podría estar en la proteína alfa-sinucleína, característica patológica de esa enfermedad y estrechamente relacionada con su inicio y progresión. El doctor Gregorio Rafael Benítez Peralta, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM,