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Carlos Alcaraz evoluciona bien de las molestias que arrastra en la muñeca izquierda y ya trabaja pensando en su participación en el ATP 500 de Queens y en la posterior en Wimbledon y, para adaptarse a la hierba, este miércoles hizo trabajo físico sobre el césped del estadio Monte Romero de Murcia.
El tenista español, de 20 años y número 2 del mundo, se desplazó con parte de su equipo a las instalaciones del campus de la Universidad de Murcia tiene en Espinard y allí llevó a cabo una serie de ejercicios bajo la supervisión de sus dos preparadores físicos, Alberto Lledó y Álex Sánchez, y su fisioterapeuta personal, Juanjo Moreno. En la práctica se incluyó un balón medicinal con el que el jugador de El Palmar potenció la fuerza.
Alcaraz, quien se sometió a una serie de pruebas que descartaron una lesión en la muñeca que se dañó en París solo son molestias, consecuencia de un mal apoyo tras una caída durante el partido de las semifinales de Roland Garros perdido frente al serbio Novak Djokovic por 63, 57, 61 y 61, tuvo varios días de descanso después de caer eliminado el viernes.
De hecho, tras volver a los entrenamientos, viajará el sábado a Londres, donde tomará parte la semana que viene en el torneo de Queens para luego disputar el tercer Grand Slam de la temporada, el de Wimbledon, que se disputará del 3 al 16 de julio en la capital inglesa.
Por cierto, Alcaraz jugará el torneo de Hurlingham, en Londres, previo a la disputa de Wimbledon, según informó la organización en su página web.
Entre los jugadores confirmados para la edición de 2023, entre el 27 de junio y el 1 de julio, también están el noruego Casper Ruud, el danés Holger Rune, el ruso Karen Khachanov, el estadounidense Francis Tiafoe y el británico Cameron Norrie.