El alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz, que aspira a ser el candidato por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para contender por la gubernatura de Baja California, es investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Hasta el momento, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, todavía no define a los posibles candidatos, pero se espera que hoy se reúna con el alcalde tijuanense.
Sin embargo, las investigaciones, tanto de las autoridades federales como locales, dejarían fuera de cualquier posibilidad al presidente municipal de Tijuana de que su nombre aparezca en las boletas como candidato.
La indagatoria se desprende luego que el alcalde, junto con su secretario de Seguridad, Jorge Ayón Monsalve, fueran denunciados en la Fiscalía General de Baja California por el comunicador bloguero Mariano Soto Cortés, quien fue asesinado el 4 de octubre.
La investigación de la UIF se da tras el pago de una serie de espectaculares, como parte de su campaña del presidente municipal de Tijuana cuando pidió licencia para proyectar su imagen y buscar que el dirigente nacional de Morena lo apruebe para representar al partido para la gubernatura.
Y es que, de acuerdo con las primeras indagatorias con la que cuenta la fiscalía del estado, misma que ya tiene la Fiscalía General de la República y la UIF, el alcalde tijuanense habría utilizado dinero proveniente de la venta de 500 kilos de cocaína que decomisó la policía municipal en un túnel y que, en lugar de ponerla a disposición del ministerio público, la vendieron y obtuvieron ganancias por 400 millones de pesos.
Al conocer que su nombre figuraba en las dependencias federales, Arturo González Cruz regresó a sus actividades como alcalde después de la corta licencia que solicitó para buscar abanderar a Morena.
Una de las líneas de investigación de da carpeta que tiene abierta la fiscalía del estado, va en el sentido que el alcalde González Cruz se habría enterado que el bloguero Mariano Soto tenía información del decomiso de cocaína en un túnel y el destino que le habrían dado al narcótico.
