Universitarios, blanco de la delincuencia organizada para sumarlos a sus filas, ante el desempleo

13, junio 2022

POR PATRICIA RAMÍREZ

 

En la última década, la población universitaria se ha convertido en el blanco perfecto para sumar nuevo personal a las filas del crimen organizado, debido a la falta de oportunidades de inserción en el mercado laboral, lo que los hace susceptibles de aceptar las vacantes que el narcotráfico ofrece.

Sin embargo, aquellos jóvenes que declinan estas “oportunidades” han pasado a convertirse en víctimas de la disputa entre los grupos delictivos, por lo que urge tomar medidas para protegerlos, aseguró la comisionada política del Partido del Trabajo de la Ciudad de México, Magdalena Núñez Monreal.

Núñez Monreal explicó que especialistas en recursos humanos detectaron que el 79 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 29 años encuentran dificultad para encontrar trabajo y que el 84 por ciento de esa misma población cuenta con estudios universitarios. La principal razón por la que el 58 por ciento de los jóvenes no fueron contratados fue por la falta de experiencia, el 17 por ciento por no hablar otro idioma y 15 por ciento por no contar con conocimientos técnicos (certificaciones).

Señaló que el desempleo y la disminución del poder adquisitivo son las principales causas por las que adultos jóvenes, sobre todo universitarios, se unen a las filas del narcotráfico u otras modalidades de la delincuencia organizada.

“Es imperante que las autoridades del gobierno de la Ciudad de México incentiven la creación de empleos formales para aprovechar todo el capital humano que está desempleado. Se requiere incorporar al mercado laboral a jóvenes con carreras técnicas y licenciaturas antes de finalizarlas, mediante el fortalecimiento del vínculo entre las universidades y las empresas” enfatizó.

La también diputada federal demandó a las autoridades educativas del gobierno de la Ciudad de México buscar mecanismos que generen mayores oportunidades de capacitación y certificación a costos accesibles, para que los jóvenes no pierdan oportunidades por no contar con las habilidades que requiere el mercado laboral.

La diputada abundó que el aspecto económico no es el único factor que influye para aceptar incorporarse a la delincuencia organizada, existen otros elementos que enganchan a los jóvenes tales como los vínculos familiares, la superación personal y la cultura en la que estén inmersos.

El estilo de vida que se recrean en las series sobre el mundo del narcotráfico también atrae a los jóvenes, pues el crimen organizado se presenta como un espacio de identificación, socialización e incluso de desarrollo laboral y profesional.

Finalmente comentó que el gobierno federal no puede ser el impulsor del empleo formal, cuando los jóvenes salen de las universidades, pero al menos en estos momentos hace el esfuerzo de brindar este apoyo, en tanto se abren expectativas laborales para ellos.