MARTÍN AVILÉS
Foto: Reuters
La Catedral del Tenis vivió otro capítulo dorado en su historia, al ver la coronación de la primera tenista en los 55 años de la era abierta que, sin ser cabeza de serie, levantó el título.
La checa Marketa Vondrousova mantuvo la línea que elevó las últimas dos semanas y derrotó en la final, con un doble 6-4, a la súper favorita, la tunecina Ons Jabeur, para proclamarse como la nueva campeona de Wimbledon.
La número 42 del mundo desplegó el mejor tenis de su carrera, dejando los nervios de lado en su primera final de Grand Slam. Con nada que perder, se aprovechó de la presión que sintió del otro lado de la red Jabeur, que todavía está en busca de su primer “grande”.
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Vondrousova aprovechó su momento. Le quebró el saque a su oponente en seis oportunidades y solamente lo perdió en cuatro, con todo y que Jabeur dispuso de tres ocasiones más. Además, acabó con un 61% de efectividad con el primer servicio.
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Tras un partido dominado de principio a fin por la checa, llegó a su fin el sueño de Jabeur. Ya en 2022 había perdido la final de Wimbledon ante la kazaja Elena Rybakina y ahora vuelve a tropezar en el juego por el título.
“Es la derrota más dolorosa de mi carrera, pero regresaré más fuerte”, aseguró Jabeur, mientras el público le aplaudía en la Cancha Central del All England Club.
Vondrousova se convirtió en la segunda checa en ganar el torneo británico en los últimos 25 años, hazaña que solamente había conseguido en un dos ocasiones Petra Kvitova.
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“Hice una apuesta con mi entrenador. Dijo que, si gano un Grand Slam, él también se hará un tatuaje. Así que creo que vamos a ir mañana. Estoy muy feliz”, mencionó la checa con el torneo en mano.
Marketa llegó al tercer Grand Slam de la temporada como la 42 del mundo, y se marchará como miembro del top 10 y con la sensación de haber conquistado un grande en el torneo más icónico del deporte blanco.
