Inconcebible que alguien que se dice presidente, se atreva a insultar a los ciudadanos que lo critican, con una patanería propia de borrachín de cantina -y a éste se le puede excusar el lenguaje soez, por las nubes cerebrales que provocan los vapores etílicos-. El tabasqueño se hunde cada día más, en su propio estercolero.
Cuchillito de Palo | De Villoro al INE
Inconcebible que alguien que se dice presidente, se atreva a insultar a los ciudadanos que lo critican, con una patanería propia de borrachín de cantina -y a éste se le puede excusar el lenguaje soez, por las nubes cerebrales que provocan los vapores etílicos-. El tabasqueño se hunde cada día más, en su propio estercolero.