MARTÍN AVILÉS
Foto: Mexsport
Hay una regla no escrita en el futbol que indica que una vez que la directiva le muestra su apoyo al entrenador en turno, suele ser un ultimátum para cambiar la tendencia negativa. Ese parecer ser el script que se desarrolla en el Rebaño Sagrado.
Apenas el pasado lunes, el director peportivo del Guadalajara, Fernando Hierro, se presentó en rueda de prensa para respaldar el proyecto comandado por el entrenador serbio Veljko Paunovic, luego de tres derrotas en fila, incluida la goliza que recibió por escandaloso 0-4 a manos del Club América en el Clásico Nacional.
El excapitán del Real Madrid garantizó la permanencia de Paunovic lo que resta del Apertura 2023 y aseguró que tanto el presidente Amaury Vergara como él le habían manifestado al serbio que cuenta con todo su apoyo para corregir el rumbo.
Pero fue cuestión de días para que se empezara a relacionar un nombre como probable sustituto de Paunovic, en caso de que siga acumulando derrotas. De acuerdo con ESPN, Hierro ya estaría manejando un nuevo candidato a dirigir al Rebaño Sagrado y es un excompañero suyo en el Real Madrid. Se trataría de Albert Celades, quien se encuentra actualmente desempleado y su último equipo fue el Valencia de la liga española en 2020.
Y es que el presente de las Chivas no es nada alentador. Poco a poco han ido cayendo en la clasificación general y ahora marchan en la sexta posición con un total de 13 puntos. Lo más preocupante es que desde su participación en la Leagues Cup, acumulan cinco derrotas, un empate y apenas una victoria.
Paunovic se ha quedado sin respuestas para evitar la caída del Rebaño. El segundo torneo del serbio al frente de los jaliscienses repite una tendencia que lo ha marcado en su faceta como entrenador técnico. Lo mismo le ocurrió en su etapa al frente tanto del Chicago Fire de la MLS como del Reading de la Championship inglesa.
Al Chicago lo metió a playoffs en su primera experiencia en el segundo año terminó en el puesto 20 de 23 equipos. Con el Reading, fue séptimo en su primera temporada y en el segundo año fue despedido cuando su equipo marchaba en puestos de descenso. ¿Podrá Pauno exorcizar a sus propios demonios y permanecer al frente del Guadalajara?
