RITA MAGAÑA

Foto: Cuartoscuro

Las mujeres adultas mayores son una población que sí generalmente el sector femenino de cualquier edad busca el respeto de sus derechos, en el caso de este segmento todavía es más intensa la lucha, “para nuestro sistema, cuando dejas de producir y consumir, dejas de ser útil o valiosa”.

Así lo expresa Laura Vélez, coordinadora de Investigación de Exhibiciones Temporales del Museo Memoria y Tolerancia, en entrevista con Ovaciones, al destacar el hecho de la exclusión de la que son parte las mujeres de la tercera edad es tal que el 40 por ciento que viven en zonas rurales son analfabetas.

La especialista resalta que 23.5% por ciento de mujeres adultas mayores es económicamente activa, pero qué pasa con el porcentaje restante, de qué viven, logran cubrir sus necesidades básicas, aunque no tengan un ingreso fijo.

Por ello, afirma que es un llamado a las autoridades a ser más empáticos con la situación que tienen las mujeres adultas mayores y, con base en este diagnóstico, realmente darles una atención a través de políticas públicas, más programas de apoyo.

Menciona que las y los adultos mayores también sufren violencia, en particular, contra las mujeres no desaparece por la edad, son un sector vulnerado, confinado al olvido y el aislamiento.

Por todo esto, señala que tienen una exposición de Mujeres visibles, mujeres en resistencia busca que se reflexione sobre la desatención a las mujeres mayores, es un recorrido sobre temas urgentes que se deben atender de este sector de la población, con fotografías de enorme poder.

La violencia a las mujeres mayores

Laura Vélez menciona que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, el porcentaje y tipo de violencia que experimentan las mujeres de 60 años en adelante es 14.6% violencia total; 13% psicológica; 1.5% física y 4.7% violencia económica y/o patrimonial.

“Siendo 1% es terrible que suceda esto, pero decir 14% la situación prende focos rojos como sociedad que debe estar preocupada por estas situaciones”, enfatiza.

Precisa que estas violencias son ejercidas por parte de un familiar, como hijos o personas con quienes vive en su hogar, sobre todo, pero no exclusivamente.

A esto se suman, agrega, distintas discriminaciones interseccionales, como marginalidad por etnia o color de piel, rezago escolar o analfebetismo, discapacidad o enfermedad, entre muchas otras.

Comenta que la violencia ejercida contra la mujer de la tercera edad reflejan una terrible realidad que viven este sector de la población.

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Detalla que en la exposición Mujeres visibles, mujeres en resistencia se presentan trabajos fotográficos de Marisol Cid y Matthew Phipps; además de una instalación de la artista autodidacta Ana Gallardo, titulada “Escuela de Envejecer”.

Enfatiza que a pesar de que la exposición es pequeña, es interesante y valiosa, pues “en ocasiones, entre más jóvenes seamos, más difícil nos es entender a las y los adultos mayores, por eso esta clase de exposiciones nos abren un puente para conectar y empatizar”.